MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El cortejo fúnebre de 'O Bruxo de Arteixo', escoltado por la Policía Local de A Coruña, llegó al coliseo blanquiazul minutos después de las 21.30 horas del viernes, arropado por cientos de deportivistas que han entonado cánticos en su memoria y que le han tributado un caluroso aplauso.
La capilla ardiente, tras unos primeros minutos para la familia y el actual consejo de administración, cuerpo técnico y futbolistas del Dépor, Dépor Abanca y los veteranos del club, se abrió al público durante dos horas, con el féretro cubierto con una bandera del RC Deportivo, y volvió a recibir a aficionados este sábado de 9.00 a 12.00 horas.
Expresidentes blanquiazules como Augusto César Lendoiro, Tino Fernández y Fernando Vidal o el director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, quisieron darle su último adiós.
Tras el cierre de la capilla, los deportivistas se congregaron en la puerta 0 de Riazor para dar su última ovación al extécnico del 'Superdépor', que será enterrado este mismo sábado en Arteixo (A Coruña), su localidad natal.
Durante el paso del coche fúnebre con sus restos mortales, plagado de banderas deportivistas, los coruñeses le arroparon a ambos lados de la calle con aplausos y cánticos como "Arsenio, eres Dios". Posteriormente, cientos de aficionados se unieron al cortejo fúnebre.
Arsenio Iglesias, entrenador que fue el creador de la mejor época del Deportivo de La Coruña y que también tuvo un breve paso por el banquillo del Real Madrid, falleció el viernes a los 92 años.
Conocido como 'O Bruxo de Arteixo', Iglesias fue famoso por dirigir principalmente al Deportivo, apodado durante su etapa como el 'Superdépor', al que devolvió a la Primera División y con el que conquistó la Copa del Rey en 1995, al derrotar por 2-1, con un gol de Alfredo Santaelena en la prórroga, al Valencia en el Santiago Bernabéu, en una final que se tuvo que suspender por la lluvia y que significó el primer título de la historia del club.
Antes, en las campañas 1993-94 y 1994-95, le peleó el título liguero al FC Barcelona y el Real Madrid, perdiendo el primero en el último partido de liga en Riazor ante el Valencia, con el recordado penalti fallado de Miroslav Djukic. En la 92-93 fue ya tercero en el campeonato doméstico, a cuatro puntos del campeón, el conjunto azulgrana.