MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
"Este reconocimiento para mí tiene un valor que va más allá de lo artístico, y va con lo vital. Se cumplirán 50 años de mi llegada a Madrid. Yo no quería venir, pero mi padre anarquista exiliado pensó que era el momento de venir aquí. Este país no era tan colorido como el México que yo conocía, y se reían de mí por mi acento mexicano. Pero yo volví a ir al colegio, y a la semana, empecé a decir jolines y macho. Luego comenzó una historia de amor", ha trasladado la artista.
Un punto de inflexión en su historia con la capital fue al cumplir los 18 años, cuando su madre decidió volver a México y ella, por contra, se quedó en Madrid. "Yo ya decido que nadie me mueve de aquí. Yo ya había hecho mi vida en un lugar donde nadie te preguntaba y nadie te pregunta de dónde eres, muchas veces entre los amigos no sabemos el apellido, porque nos relacionamos de forma natural", ha subrayado.