MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Según se desprende de su informe de resultados divulgado este lunes, este resultado obedece a los distintos ajustes de flota que está llevando a cabo la compañía con relación a su plan de reestructuración, así como los gastos asociados a los servicios de asesoramiento y un ajuste por un contrato de mantenimiento de un motor, que se espera que sea reemplazado antes de finalizar el año.
Los ingresos de la aerolínea se incrementaron en un 40,3%, hasta los 4.478,3 millones de reales (838,6 millones de euros). La facturación por el traslado de pasajeros alcanzó un récord histórico, aumentando un 46,7%, tras superar en un 19,1% la capacidad aérea en comparación con el primer trimestre de 2022. Por el contrario, los ingresos por el transporte de mercancías cayeron un 11,9%.
En cuanto al resultado bruto de explotación (Ebitda), este se situó en 1.030 millones de reales (192,8 millones de euros), un 73,8% más. Por su parte, la deuda bruta se incrementó un 7,7% en términos interanual, hasta los 21.621 millones de reales (4.047 millones de euros).
A su vez, las inversiones cayeron más de un 80% entre enero y marzo de este año, quedándose en los 81,8 millones de reales brasileños (15,3 millones de euros). Esta cifra se debe principalmente a la capitalización de los eventos de revisión del motor y la adquisición de repuestos en el trimestre.
El consejero delegado de Azul, John Rodgerson, se ha mostrado "entusiasmado" con las tendencias que están apreciando tanto en las cifras de demanda como en la caída de los precios de los combustibles. "Esto, combinado con nuestra estructura de eficiencia en los costes, entre otros, nos lleva a ser muy optimistas para el resto del año", ha sostenido.
En términos financieros, desde Azul han revisado al alza sus previsiones de Ebitda, que esperan que crezca hasta los 5.500 millones de reales (1.029 millones de euros).