MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Este resultado, según ha apuntado la compañía, obedece a la caída principalmente del segmento de tiendas en Chile o Colombia, así como del negocio de mejoramiento del hogar en Perú, estando todas ellas asociadas a un peor comportamiento del consumo privado en la región. Con todo, este bajo resultado se ha visto parcialmente compensado por la actividad bancaria en los distintos países donde opera Falabella.
"Experimentamos un desafiante trimestre, con una base comparativa alta, un escenario económico complejo y con una desaceleración en el consumo en nuestros principales mercados", ha afirmado el gerente general de Falabella, Gastón Bottazzini.
En esta líneas, los ingresos de la compañía han caído un 6,3% entre enero y marzo de este año, hasta los 2,7 billones de pesos chilenos (3.171 millones de euros). Todos los segmentos de negocio de Falabella han reducido su facturación en el primer trimestre, con una caída del 11% del volumen de ventas brutas de mercancías y del 9% de las ventas en las tiendas físicas.
En lo que se refiere a los ingresos bancarios, la cifra se elevó hasta los 472.812 millones de pesos chilenos (545,7 millones de euros), un 22% más que en 2021.
CAÍDA GENERALIZADA EN TODOS LOS MERCADOS
Además, por mercados, las ventas cayeron en todos los países donde opera, salvo Perú, donde el buen desempeño del negocio bancario (con un incremento interanual del 41,1%) permitió una mejora de la cifra de facturación del 0,6%. Las mayores caídas se dieron en Colombia (del 11,3%) y en Brasil (10,6%), mientras que las ventas en Argentina fueron un 6,5% más bajas respecto al primer trimestre de 2022.
En el caso de Chile, el principal mercado de la compañía, el negocio se vio afectado por una desaceleración en el consumo, provocando caídas interanuales del 11,7% en el segmento de las ventas en tienda y del 30% entre las ventas 'online' de Falabella. Por el contrario, la cifra de negocio bancario en Chile se incrementó más de un 20%.
Los costes globales asociados a ventas superaron los 1,6 billones de pesos chilenos (1.863 millones de euros), un 10,2% menos, mientras que las partidas destinadas a gastos bancarios aumentaron hasta los 327.178 millones de pesos (377,6 millones de euros), lo que supone casi duplicar la cifra del año anterior (un 94% más).
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) cayó más de la mitad (un 56,5%), hasta los 126.977 millones de pesos (146,5 millones de euros). Mientras, el resultado operacional se situó en los 2.589 millones de pesos chilenos (2,98 millones de euros), una caída del 98,5%.
