MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha indicado este miércoles que son necesarios más de 3.000 millones de dólares (alrededor de 2.765 millones de euros) para entregar ayuda humanitaria a los afectados por el conflicto entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), así como a los refugiados que han huido de los combates a otros países de la región.
El Plan de Respuesta Humanitaria para Sudán ha sido revisado respecto al presentado en diciembre de 2022 ante el aumento de las necesidades a causa de las hostilidades, por lo que en la actualidad asciende a 2.560 millones de dólares (unos 2.360 millones de euros) --800 millones de dólares (cerca de 738 millones de euros) más que el primero-- para dar ayuda a 18 millones de personas en Sudán, cifra a la que se suman 470,4 millones de dólares (aproximadamente 434 millones de euros) para dar ayuda a refugiados, retornados y comunidades de acogida en países de la región.
"Este conflicto es un golpe cruel para el pueblo de Sudán, que ya se tambaleaba bajo el peso de una situación humanitaria desesperada. El deseo, la voluntad y la impaciencia de las agencias humanitarias a la hora de dar una respuesta es tan firme como siempre", ha explicado el secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, ha hecho hincapié en que "más de un mes después del inicio de la crisis, un número incontable de personas siguen aterrorizadas dentro de Sudán, y los que han huido a través de las muchas fronteras del país necesitan ayuda, a menudo en lugares donde el acceso es extremadamente difícil y las fuentes son limitadas".
"Los trabajadores humanitarios están trabajando duro para responder, pero necesitamos, una vez más, pedir a los países e individuos que cuentan con medios que den un paso al frente para entregar los recursos necesarios para poder ayudar a las personas que lo han perdido todo", ha indicado.
En este sentido, Ramesh Rajasingham, representante de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Ginebra y director de la División de Coordinación del organismo, ha señalado que "cuando se presentó el plan de ayuda humanitaria a Sudán 2023 había ya más de 15,8 millones de personas que necesitaban ayuda humanitaria, un tercio de la población y la cifra más alta en una década".
"El conflicto que estalló el 15 de abril ha sido un golpe cruel al pueblo de Sudán", ha lamentado Rajasingham durante el acto de presentación del plan, al tiempo que ha resaltado que existen "enormes desafíos" para poder entregar la ayuda. En este sentido, ha hecho hincapié en la necesidad de aumentar la entrega de esta ayuda para hacer frente a las crecientes necesidades de los damnificados.
Por su parte, el comisario adjunto para Operaciones de ACNUR, Raouf Mazou, ha subrayado que "la escala y magnitud del desplazamiento en Sudán y los países vecinos ha seguido aumentando desde el estallido del conflicto" y ha detallado que en estos momentos hay 220.000 refugiados y retornados a Chad, Sudán del Sur, Egipto, República Centroafricana (RCA) y Etiopía. Así, ha especificado que 150.000 de ellos son refugiados sudaneses, mientras que 70.000 son "antiguos refugiados en Sudán que vuelven a sus países en condiciones adversas".
Mazou ha destacado "la importancia del asilo que está siendo dado por los países vecinos", a los que ha dado las gracias por "mantener abiertas las fronteras", antes de alertar de que "más de un millón de personas podrían abandonar Sudán durante los próximos seis meses". "Obtener financiación en el actual contexto internacional será muy difícil, pero los fondos se necesitan con urgencia y esperamos su apoyo", ha zanjado.
El plan revisado se centrará en entregar alimentos, agua y productos de higiene a los afectados, al tiempo que incrementará su foco en la protección, incluida la dada a niños y la prevención de violencia de género. Además, ayudará a los países de acogida a coordinar la respuesta para apoyar a gobiernos y comunidades de acogida, con una estrategia multisectorial y peticiones financieras de 140 socios para dar protección y ayuda humanitaria a los refugiados.
Las hostilidades estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) afirmó el domingo que los combates entre el Ejército y las RSF habían dejado hasta entonces más de 675 muertos, más de 5.500 heridos y casi un millón de desplazados internos o refugiados a países vecinos de la región, si bien el Sindicato de Doctores de Sudán ha elevado a más de 820 el número de fallecidsos en el marco de las hostilidades.