MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Muhamad al Hindi, miembro del Comité Político de Yihad Islámica, ha dicho antes de viajar a Egipto para abordar este posible alto el fuego que "lo que impide alcanzar una tregua es obligar a la ocupación a detener su política de asesinatos".
Asimismo, ha reclamado a las autoridades israelíes que entreguen el cadáver de Jader Adnan, antiguo portavoz del grupo fallecido la semana pasada en una prisión de Israel tras más de 85 días en huelga de hambre para protestar contra su detención, según ha informado la agencia palestina de noticias Maan.
Por su parte, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, quien ocupa además un alto cargo en el Ministerio de Defensa, ha dicho que no se opondría a un alto el fuego si Yihad Islámica deja de disparar cohetes contra territorio de Israel desde el enclave palestino.
"Desde nuestra perspectiva, si dejan de disparar contra nosotros, no hay motivo para continuar", ha argüido en declaraciones concedidas al diario israelí 'Yedioth Ahronoth'. "Si continúan, les aplastaremos", ha manifestado, al tiempo que ha incidido en que "el Ejército está preparado para nuevas rondas de bombardeos".
Israel ha anunciado durante la madrugada de este jueves la muerte de otro alto cargo de Yihad Islámica --junto a otros dos operativos del grupo-- en un bombardeo en la Franja. Las hostilidades arrancaron el martes, cuando murieron 15 palestinos --entre ellos tres altos cargos de grupo y cuatro niños-- en una serie de ataques aéreos contra el enclave palestino.
Posteriormente, las fuerzas israelíes mataron a dos miembros de Yihad Islámica en una operación en la ciudad cisjordana de Yenín, mientras que en los bombardeos del miércoles --que estuvieron seguidos por el lanzamiento de cientos de proyectiles contra territorio israelí-- murieron otros cuatro palestinos.
Los bombardeos arrancaron durante la previamente acordada tregua, en vigor desde la semana pasada, tras el disparo de más de un centenar de cohetes en uno de los momentos más tensos entre israelíes y palestinos en las últimas semanas a raíz de la muerte en prisión durante una huelga de hambre de Jader Adnan, un alto cargo de Yihad Islámica.