MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Según el Barómetro Sanitario que lleva a cabo el CIS, la valoración de los servicios de Atención Primaria por parte de la ciudadanía ha caído de 7,38 a 6,19 sobre 10 en la última década. Esto se explica, entre otras razones, por que el tiempo de espera medio entre la petición y la atención de cita con el médico de familia ha pasado de 4,14 días en 2017 a 8,8 días en 2022.
Esto ha llevado a que la presión de los servicios de urgencias se haya disparado en los últimos años como consecuencia de este deterioro: el 29 por ciento de los ciudadanos declararon en 2023 que faltaron a una consulta con su médico de cabecera y fueron a Urgencias debido al tiempo de espera hasta recibir una cita.
Además, según las Estadísticas del Gasto Sanitario Público (EGSP), el porcentaje del gasto en Atención Primaria sobre el gasto público sanitario ha permanecido prácticamente constante desde que existen registros, mientras que, en Atención Especializada, ha aumentado de forma sostenida.
En base a toda esta situación, el informe ha analizado factores que explican la elevada presión asistencial en Atención Primaria en España, medida como la media de pacientes atendidos al día por médico de familia.
Para ello, han realizado un análisis que permite encontrar similitudes socioeconómicas y demográficas entre zonas con distintos niveles de presión, así como análisis econométricos que permiten cuantificar la magnitud de algunas de estas relaciones.
Según sus cálculos, las Áreas de Salud con menor renta, tasas de paro más elevadas, más población y menos médicos per cápita tienen una presión asistencial mayor. Concretamente, por cada 1 por ciento más de renta en un Área de Salud determinada, los médicos de Atención Primaria atienden, de media, a un 0,20 por ciento menos de pacientes al día.
El informe asocia esta relación, principalmente, con dos potenciales causas: las personas con mayor renta tienen, en general, mejor salud (por ejemplo, menor consumo de tabaco, alcohol y menor obesidad, así como mejores resultados en salud autopercibida y enfermedades crónicas); un mayor uso de seguros de salud privado, ya que, a nivel provincial, un incremento de un 1 por ciento en el PIB per cápita se asocia, en media, con un incremento del 0,5 por ciento del porcentaje de población con cobertura de seguro de salud privada.
El informe advierte de que existe una "variación considerable" entre la presión de las Áreas de Salud dentro de cada comunidad autónoma, destacando especialmente Aragón.
En el caso de la Comunidad de Madrid, el informe ha concluido que los centros más presionados tienen peores indicadores sanitarios: cada 1 por ciento más de presión asistencial en los centros de salud se asocia con entre un 0,11 y un 0,16 por ciento menos de pacientes con buen control de diabetes e hipertensión.
Además, en Madrid el nivel de presión entre centros presenta una "importante variación", según sus estimaciones. En cualquier caso, los factores que influyen en la presión son "similares" a los del resto de España.
PROPUESTAS PARA ALIVIAR LA PRESIÓN ASISTENCIAL
Con el fin de aliviar la presión y reducir la heterogeneidad entre Áreas y centros de salud, los autores del informe han realizado varias propuestas, como proporcionar incentivos económicos y de carrera para que trabajen en puestos de difícil cobertura y desempeño, considerando, entre los criterios, la presión asistencial de los centros de Atención Primaria.
Otro aspecto clave sería reducir la temporalidad en las contrataciones en Atención Primaria con el fin de "garantizar la continuidad en la relación entre paciente y médico de forma que no sólo mejoren las condiciones laborales, sino que también se reduzca la frecuentación excesiva y mejoren los resultados sanitarios".
Más allá de las condiciones laborales de los sanitarios, los autores del informe proponen redistribuir la demanda dentro de las Área de Salud, particularmente de nuevos pacientes, teniendo en cuenta criterios como la presión y no sólo la distancia al domicilio, especialmente cuando existe una única Área, y en Áreas con menor dispersión de población.
También instan a redistribuir la carga entre profesionales de forma que, por ejemplo, las incapacidades temporales sean realizadas por los facultativos que lleven a cabo el reconocimiento médico, así como reducir la carga burocrática del personal sanitario mediante la contratación de administrativos sanitarios de Atención Primaria.
Desde EsadeEcPo también optan por apostar por una digitalización "completa", de forma que la historia clínica de los pacientes "sea compartida no sólo entre Atención Primaria y Hospitalaria, sino también entre CCAA".
"La digitalización debe a su vez facilitar sistemas de información ágiles y actualizados que permitan extraer indicadores de desempeño, acompañada siempre de una mayor transparencia en la publicación de los indicadores a nivel agregado", han insistido al respecto.
Por último, también instan a garantizar una formación "suficiente y transversal" en Medicina Familia y Comunitaria en todas las universidades españolas de Medicina (con asignaturas y rotaciones obligatorias), con el fin de "alentar a los estudiantes en esta dirección".