Los ejércitos de Corea del Sur y Estados Unidos preparan grandes maniobras con fuego real cerca de la frontera con Corea del Norte, pese a las advertencias de Pyongyang de que no toleraría lo que describió como un hostil ensayo de invasión a sus puertas.
Este fue uno de una ronda de cinco ejercicios de disparos de los dos aliados programados hasta mediados de junio, cuando se celebra el aniversario de la alianza militar entre Seúl y Washington. En otras ocasiones, Corea del Norte ha reaccionado a esos grandes ejercicios con pruebas de misiles y otras armas.
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Desde principios de 2022, Corea del Norte ha hecho lanzamientos de prueba de más de 100 misiles, pero ninguno desde que lanzó un misil balístico intercontinental de combustible sólido a mediados de abril. Pyongyang alega que su rápida sucesión de pruebas responde al incremento de maniobras militares de EU y Corea del Sur, aunque los expertos creen que Corea del Norte intenta avanzar su desarrollo armamentístico y después conseguir concesiones de sus rivales en un proceso diplomático posterior.
Los ejercicios previstos por Corea del Sur y Estados Unidos, llamados “maniobras combinadas de potencia de fuego de aniquilación”, serían los más grandes de su clase hasta ahora. Los ejercicios se han realizado en 11 ocasiones desde que comenzaron en 1977, según el Ministerio surcoreano de Defensa.
Funcionarios del Ministerio indicaron que las maniobras de este año incluirían cazas furtivos, helicópteros de combate, tanques y sistemas de lanzacohetes múltiples surcoreanos y americanos. En un principio no estaba claro cuántos soldados participarían, aunque ejercicios anteriores en 2017 movilizaron a unos dos mil soldados y 250 activos armamentísticos de los dos países.