CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador elevó el lunes el tono de sus críticas a los jueces y a la Suprema Corte al acusar a los magistrados del alto tribunal de violar la constitución y advertirlos que si paralizan por vía judicial acciones del Poder Ejecutivo estarían realizando un “golpe de Estado técnico”.
“Una cosa es que violen la constitución… cobrando más de lo que cobra el presidente y otra es ya querer dar un golpe de Estado neutralizando al Poder Ejecutivo", indicó durante su conferencia matutina. "Es cancelar el poder, sería un golpe de Estado técnico”.
La tensión entre el gobierno y el poder judicial ha sido constante durante esta administración porque muchas las leyes aprobadas gracias a la mayoría oficialista en el Parlamento —por ejemplo las energéticas o algunas de seguridad —- y ciertas decisiones decretadas desde el Ejecutivo han sido recurridas en los tribunales.
Pero el presidente incrementó el tono de sus críticas desde que Arturo Zaldívar, un magistrado considerado afín a López Obrador, acabó su mandato al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en enero de este año y fue sustituido por Norma Piña.
Una de las denuncias del mandatario es que la Corte está violando la Carta Magma porque no cumple con una reforma constitucional para que ningún funcionario pudiera ganar más que el presidente pero esa ley fue recurrida. También es habitual que tache a los jueces de corruptos.
Cuando López Obrador hizo el lunes los comentarios sobre el temor a un “golpe de Estado técnico” hacía alusión a una decisión de un juez federal que amparó a comunidades de los estados de la península de Yucatán, en el sureste del país, y decretó la suspensión del desmonte de terrenos en algunos tramos donde se está construyendo el Tren Maya.
Este megaproyecto de infraestructura del gobierno pretende conectar todos los sitios turísticos de la península con un ferrocarril que ha sido fuertemente criticado por grupos ecologistas.
La decisión fue anunciada el domingo por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y según el presidente el gobierno aún no ha sido notificado. La sentencia la tomó un juez de distrito, no la Suprema Corte, y es apelable.
Sin embargo, López Obrador incluyó a todos los jueces en el mismo saco de las críticas y dijo que los magistrados “van a seguir queriendo parar las obras pero no van a poder porque de acuerdo a la constitución, a las leyes, tenemos nosotros el derecho de hacer obras en beneficio del pueblo”.
Una de las estrategias que utilizó el mandatario para poder seguir adelante con el Tren Maya fue considerarlo un proyecto de “seguridad nacional” mediante un decreto.
Para Georgina de la Fuente, una politóloga de la universidad Tecnológico de Monterrey, el presidente intenta contrarrestar cualquier decisión que haga contrapeso a sus decisiones convirtiendo a la Suprema Corte en su “villano favorito” y utilizando conceptos como el de ‘golpe de Estado técnico’ que no significan nada jurídicamente hablando. "Es muy hábil en su narrativa y en esta construcción de un enemigo”, indicó.
En su opinión, el alto tribunal no está paralizando ningún proyecto oficial sino exigiendo que se haga de la manera adecuada. “La Corte está reafirmando su autonomía”, agregó y lo hace justo cuando López Obrador aspira a una reforma para que los jueces sean elegidos en votación popular.
El domingo hubo una marcha de apoyo al alto tribunal que acabó en una riña entre quienes defendían a la corte y sus críticos en la que tuvo que intervenir la policía.