Un procedimiento de radioterapia realizado a un perro ha levantado una gran polémica. ¿La razón? El can fue atendido el pasado 27 de mayo en un hospital público y no en una veterinaria.
Ese día, el perro, que es la mascota de una residencia de pacientes oncológicos, fue sometido a una sesión de radioterapia en la unidad de oncología del hospital.
Los mismos residentes del hospital hicieron las gestiones para que el can recibiera tratamiento por un cáncer de nariz.
De acuerdo con el diario chileno “El Mercurio”, los hechos ocurrieron en el Hospital Base de Valdivia, en la región Los Ríos, en el sur del país.
Cuando se reveló la noticia, el hospital anunció el inicio de una investigación sumaria que podría derivar en sanciones para los implicados.
El hospital subrayó que “la situación en cuestión de ninguna manera afectó la oferta de tratamiento, ni desplazó la atención de ningún paciente”, informó “El Mercurio”.
El tratamiento al perro se realizó fuera del horario de atención a pacientes, señala el comunicado, que detalla que los días sábado el aparato usado con el perro —un dispositivo de alta tecnología que genera haces de radiación de alta energía dirigidos al tumor para destruir las células cancerosas— ni siquiera funciona para atender pacientes y es un día en que se encuentra en etapa de esterilización.
Sin embargo, la subdirectora del hospital, Maritza Navarrete, dijo que se está investigando lo ocurrido para “determinar eventuales responsabilidades”.
Pacientes en espera
Por su parte, la senadora María José Gatica, del opositor partido Renovación Nacional, dijo a “El Mercurio” que por más que parezca un acto de buena fe por parte de los residentes del hospital, lo cierto es que desde hace tiempo se ha pedido que este hospital atienda a personas en los horarios desocupados y, en vez de ello, se atendió a un perro.
De acuerdo con el portal Diario de Valdivia, la senadora Gatica denunció que se tiene una lista de espera de alrededor de 30 pacientes oncológicos.
