PRAGA (AP) — Taiwán necesita apoyo de los países europeos para mantener la paz en la isla autónoma y en la región, declaró el miércoles el ministro de exteriores taiwanés al visitar Europa.
El ministro, Joseph Wu, dijo que China tiene ambiciones de proyectar su poder por la región y posiblemente no las limitaría a Taiwán.
“Creo que tenemos que unirnos para limitar esta ambición china, para asegurar la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán”, declaró Wu a reporteros en Praga, la capital de la República Checa.
Wu declinó decir qué otros países europeos está incluyendo en su gira.
Previo al viaje de Wu, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China llamó a los países europeos a abstenerse de apoyar las actividades separatistas taiwanesas. Beijing considera a Taiwán como territorio suyo y ha amenazado con tomarlo por la fuerza de ser necesario.
La República Checa, como la mayoría de los países, no tiene relaciones diplomáticas formales con Taiwán y reconoce el principio de “una sola China”, pero mantiene lazos informales robustos. Las compañías tecnológicas taiwanesas son importantes inversionistas en la República Checa.
Wu pronunció un discurso en una conferencia sobre China organizada por una institución académica checa, justo después de que la inauguró el presidente checo Petr Pavel. Pavel abandonó la sala después de su discurso, sin reunirse con Wu.
Jeff Liu, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán, dijo que “es la primera vez que un funcionario taiwanés comparte el escenario con un jefe de Estado de un país europeo que no tiene relaciones diplomáticas con Taiwán”.
Pavel enojó a China en enero al sostener una conversación telefónica con la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen.
“Creo que el mundo debe apoyar totalmente el acuerdo democrático en Taiwán”, dijo Pavel en su discurso.
El martes, Wu se reunió con el presidente del Senado checo, Milos Vystrcil, quien enojó a China al visitar Taiwán en 2020.
Hace poco, Marketa Pekarova Adamova, titular de la cámara baja del Parlamento checo, visitó Taiwán, lo que también irritó a China.