Una operación de rescate en las profundidades del Océano Atlántico se puso en marcha el lunes para buscar un sumergible de tecnología avanzada que llevaba a cinco personas para documentar los restos del Titanic, el emblemático crucero que naufragó hace más de un siglo.
El navío fue reportado como desaparecido la noche del domingo a unos 700 kilómetros (435 millas) al sur de San Juan, en Terranova, Canadá, según el Centro Conjunto de Coordinación de Rescate en Halifax, Nueva Escocia. El teniente comandante Len Hickey dijo que una embarcación de la Guardia Costera canadiense y aeronaves militares colaboraban en las tareas de búsqueda, las cuales están siendo dirigidas por la Guardia Costera de Estados Unidos en Boston.
El contralmirante John Mauger, comandante de la Guardia Costera de Estados Unidos, dijo que en los próximos días llegarían recursos adicionales.
“Es una zona remota, y es un desafío llevar a cabo una búsqueda en esa zona remota”, comentó. “Pero estamos poniendo a disposición todos nuestros activos para asegurarnos de que podamos encontrar la nave y rescatar a las personas a bordo”.
Según la Guardia Costera, la nave se sumergió la mañana del domingo y su barco de apoyo perdió contacto con ella alrededor de una hora y 45 minutos más tarde.
El sumergible era operado por OceanGate Expeditions, la cual dijo que su atención estaba en las personas a bordo y sus familias.
“Estamos profundamente agradecidos por la amplia asistencia que hemos recibido de varias agencias gubernamentales y empresas de aguas profundas en nuestros esfuerzos por restablecer el contacto con el sumergible”, dijo la compañía en un comunicado.
David Concannon, asesor de Oceangate , dijo que el sumergible tenía un suministro de oxígeno para 96 horas, a partir de aproximadamente las 6:00 de la mañana del domingo. En un correo electrónico enviado a The Associated Press, Concannon dijo que él iba a ser parte de la expedición, pero que no pudo ir debido a un asunto con otro cliente. Añadió que las autoridades están trabajando para llevar lo más pronto posible al lugar un vehículo operado por control remoto que puede alcanzar una profundidad de 6.000 metros (unos 20.000 pies).
Las expediciones de OceanGate al sitio del naufragio del Titanic incluyen a arqueólogos y biólogos marinos. La compañía también lleva a personas que pagan para realizar el viaje. Conocidos como “especialistas de misión”, se turnan para operar equipo de sonar y realizar otras tareas a bordo del sumergible para cinco personas. La Guardia Costera dijo el lunes que en la nave iba un piloto y cuatro especialistas de misión.
El empresario británico Hamish Harding era uno de los especialistas de misión, según Action Aviation, una compañía de la que Harding es presidente. El director de la empresa, Mark Butler, dijo a la AP que la tripulación partió el viernes.
“Aún hay mucho tiempo para facilitar una misión de rescate, hay equipo a bordo para sobrevivir en este tipo de casos”, indicó Butler. “Tenemos la esperanza y rezamos para que regrese sano y salvo”.
Harding es un aventurero que posee tres récords Guinness, incluyendo el de mayor tiempo en una nave tripulada en el océano profundo. En marzo de 2021, él y el explorador oceánico Victor Vescovo se sumergieron hasta lo más profundo de la Fosa de las Marianas. En junio de 2022 viajó al espacio a bordo del cohete New Shepard de la compañía Blue Origin.
La expedición era el tercer viaje anual de OceanGate para documentar el deterioro del emblemático trasatlántico, el cual chocó contra un iceberg y se hundió en 1912, matando a unos 700 de los aproximadamente 2.200 pasajeros y miembros de la tripulación. Desde su descubrimiento en 1985, los restos han ido sucumbiendo lentamente a las bacterias que devoran el metal, y algunos han predicho que el barco podría desaparecer en cuestión de décadas a medida que se abren agujeros en el casco y se desintegran algunas secciones.
El primer grupo de turistas pagó en 2021 entre 100.000 y 150.000 dólares cada uno por realizar la expedición..
A diferencia de los submarinos, que parten y regresan a puerto por sus propios medios, los sumergibles necesitan un buque que los lance y recupere. OceanGate contrató al buque canadiense Polar Prince, un rompehielos de tamaño medio que antes era operado por la Guardia Costera de Canadá, para transportar a decenas de personas y la embarcación sumergible hasta el lugar del naufragio en el norte del Atlántico. El sumergible haría múltiples inmersiones en una sola expedición.
La expedición tenía programado partir de San Juan, Terranova, a principios de mayo y concluir a finales de junio, según los documentos que presentó la compañía en abril ante una corte federal en Virginia que se encarga de asuntos relacionados con el Titanic.
El sumergible, de nombre Titán, es capaz de alcanzar los 4.00 metros (13.120 pies) de profundidad “con un cómodo margen de seguridad”, dijo OceanGate en documentos presentados al tribunal.
Pesa 9.000 kilogramos (20.000 libras) fuera del agua, pero se lastra para que tenga una flotabilidad neutra cuando llegue al lecho marino, según la empresa.
El Titán está hecho de titanio y fibra de carbono, y ha demostrado “soportar las enormes presiones de las profundidades oceánicas”, indicó OceanGate. La compañía señaló ante el tribunal que la ventana del Titán es “la más grande de cualquier sumergible de inmersión profunda” y que su tecnología proporciona una “vista sin igual” de las profundidades oceánicas.
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Finley informó desde Norfolk, Virginia y Ramer desde Concord, Nueva Hampshire. Los periodistas de AP Danica Kirka, Jill Lawless y Sylvia Hui, en Londres, y Robert Gillies, en Toronto, contribuyeron a este despacho.