MELEKHOVO, Rusia (AP) — El líder opositor ruso Alexei Navalny, quien está en prisión, pidió el lunes a sus simpatizantes iniciar una extensa campaña en contra de las acciones de Moscú en Ucrania, al comenzar su juicio por nuevos cargos de extremismo que podrían mantenerlo en prisión durante décadas.
El juicio comenzó dentro de una colonia penal de máxima seguridad en Melekhovo, 250 kilómetros (150 millas) al este de Moscú, donde Navalny, de 47 años, cumple una sentencia de nueve años por fraude y desacato de la corte, acusaciones que asegura son por motivos políticos. Poco después de su inicio, el juez cerró el juicio a pesar de que Navalny exigió que se mantuviera abierto.
En un comunicado que sus aliados publicaron en redes sociales, Navalny declaró que la decisión de cerrar el juicio fue una muestra de miedo de parte del presidente Vladímir Putin, y anunció el inicio de una campaña en contra de la decisión de Moscú de enviar soldados a Ucrania.
Navalny comentó que dicha campaña debe llegar a millones de personas para explicar el desastroso impacto de la guerra y “combatir las mentiras de Putin y la hipocresía del Kremlin”. Argumentó que, a pesar de la incesante represión contra la disidencia, este tipo de campaña podría realizarse de manera efectiva mediante apps de mensajes fuera del control de las autoridades.
“Sólo nosotros podemos entrar a esta lucha por el corazón y la mente de nuestros ciudadanos, así que necesitamos hacerlo y ganar”, declaró Navalny.
Navalny, quien expuso la corrupción del gobierno y organizó protestas multitudinarias contra el Kremlin, fue arrestado en enero de 2021, cuando regresó a Moscú luego de recuperarse en Alemania por un envenenamiento con una neurotoxina, ataque del que responsabilizó al Kremlin.
Con uniforme de recluso, Navalny se veía demacrado durante la sesión, pero habló enfáticamente sobre la fragilidad del caso del Estado.
Navalny ha dicho que los nuevos cargos de extremismo, los cuales calificó de “absurdos”, podrían mantenerlo en prisión otros 30 años. Dijo que un investigador le dijo que también podría enfrentar un juicio militar por cargos de terrorismo que podría llevarlo a pasar el resto de su vida tras las rejas.
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Frank Jordans, en Berlín, contribuyó con este despacho.
