KIEV, Ucrania (AP) — Una explosión dañó un puente que era una de las pocas conexiones entre Crimea y el territorio continental ucraniano, indicaron el jueves funcionarios con apoyo ruso, al tiempo que el primer ministro de Ucrania hizo un llamado a la paciencia y la contraofensiva de las fuerzas armadas de Kiev daba sus primeros pasos.
Las fuerzas rusas en Crimea, que Rusia se anexionó en 2014, utilizan el puente Chongar para llegar a la provincia sureña ucraniana de Jersón. Rusia y Ucrania controlan distintas partes de la provincia, que es uno de los puntos clave de combates y ataques en los intentos de Kiev por recuperar el territorio ocupado por Rusia.
Las autoridades ucranianas han dicho que para que termine la guerra iniciada hace casi 16 meses, Moscú debe retirar sus fuerzas de Crimea y de las zonas que ocupó durante la invasión de gran escala iniciada el año pasado.
Los daños en el puente no eran graves y probablemente estarán reparados en unos días, indicó Vladimir Konstantinov, presidente del Parlamento de Crimea.
Vladimir Saldo, responsable nombrado por Rusia para las zonas ocupadas de la provincia de Jersón, dijo que la explosión parecía causada por una clase de misil de crucero de largo alcance que tanto Francia como Reino Unido han proporcionado al ejército ucraniano.
No fue posible verificar esa afirmación de forma independiente. Sin embargo, numerosos analistas militares han dicho que las acciones recientes de Ucrania en el sur y el este del país indican que las tropas de Kiev están en las primeras fases de una esperada contraofensiva.
Cuando se le preguntó sobre los daños reportados en el puente Chongar, Andrii Yusov, un portavoz de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, no confirmó la participación de Ucrania, pero dijo en la televisión que un ataque al puente sería parte de un “proceso en curso”.
“Si las estrellas están encendidas, significa que se hizo por una razón, ¿verdad? Sólo podemos decir que habrá una continuación”, indicó Yusov, parafraseando el comienzo de una conocida obra del poeta ruso Vladimir Mayakovskyi.
Un representante no identificado del Comité Investigador Ruso afirmó el jueves que según los datos preliminares se habían lanzado cuatro misiles y los restos de uno de ellos apuntaban a que era de fabricación francesa, unas declaraciones recogidas por la agencia estatal rusa RIA-Novosti.
El ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, afirmó esta semana que Ucrania tenía previsto utilizar misiles HIMARS de fabricación estadounidense y misiles Storm Shadow proporcionados por Reino Unido para atacar territorio ruso, incluida Crimea. Advirtió que el empleo de esos misiles contra objetivos fuera de la zona principal de guerra “provocarán ataques inmediatos sobre los centros de toma de decisiones en el territorio de Ucrania”.
Sin embargo, Shoigu minimizó el jueves la importancia de armas avanzadas proporcionadas por Occidente como los misiles Storm Shadow.
“Entendemos que la cantidad que se entregará en 2023 y ya se ha entregado no afectará de forma significativa al rumbo de las hostilidades”, dijo en una reunión del Consejo ruso de Seguridad presidido por el mandatario Vladímir Putin.
En los primeros días de la invasión rusa de febrero de 2022, las tropas de Rusia en Crimea avanzaron hacia el norte y rápidamente capturaron la capital de la provincia de Jersón, la ciudad de Jersón y las áreas circundantes. Ucrania tomó el territorio en noviembre después de obligar a los rusos a retirarse cruzando el río Dniéper, que divide la provincia.
La Península de Crimea está conectada con el territorio continental ucraniano por un istmo de unos 9 kilómetros (6 millas) de ancho y varios puentes.
El pasado octubre, una explosión en un puente que conecta Crimea con Rusia causó un derrumbe parcial y mató a tres personas, según las autoridades rusas.
El puente Kerch, de 19 kilómetros (12 millas), cruza un estrecho entre el Mar Negro y el Mar de Azov. Es el puente más largo de Europa y un símbolo de las reclamaciones de Moscú sobre Crimea.
Putin presidió la inauguración del puente en 2018 y condujo por él en un Mercedes el pasado diciembre, cuando se completaron las reparaciones.
También visitó Crimea al día siguiente de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de arresto contra el mandatario, acusándole de crímenes de guerra. El viaje conmemoraba el noveno aniversario de la anexión de la península, una decisión que Ucrania y la mayoría de la comunidad internacional considera ilegal.