NUEVA YORK (AP) — El comisionado del béisbol Rob Manfred aseguró que si pudiera hacer borrón y cuenta nueva, no le hubiera otorgado inmunidad a los peloteros de los Astros de Houston durante la investigación del escándalo del equipo por robar las señales de los rivales.
Manfred estuvo a cargo de la pesquisa de las Grandes Ligas que confirmó el robo de señas de los Astros mediante el uso de dispositivos electrónicos rumbo al campeonato de la Serie Mundial de 2017.
El mánager A.J. Hinch y el gerente general Jeff Luhnow fueron despedidos a raíz del escándalo, al igual que Alex Cora — ex coach de banca de los Astros — de su puesto como dirigente de los Medias Rojas de Boston.
Los jugadores de los Astros, sin embargaron, recibieron inmunidad durante la investigación, algo que irritó a otros peloteros y fanáticos cuando MLB presentó su informe y dispuso las sanciones en enero de 2020.
En una entrevista con la revista Time publicada el miércoles, Manfred declaró que “quizás no fue mi mejor decisión”.
“No estoy seguro que debí haberles dado inmunidad a los jugadores”, señaló. “Una vez otorgas inmunidad a los jugadores, quedas atrapado en cuanto a lo que exactamente acabará haciendo en cuanto a sanciones”.
“Quizás hubiera procedido con el proceso de investigación sin inmunidad y luego ver cómo salía todo. Partiendo de la premisa de que no voy a sancionar nadie, quizás no fue mi mejor decisión".
MLB completó la investigación en menos de dos meses. Sin la inmunidad, la pesquisa hubiera tomado mucho más tiempo.
Los jugadores que conformaron el plantel de los Astros en 2017, entre ellos José Altuve, Alex Bregman y Carlos Correa, han sido abucheados por los fanáticos desde que el informe del comisionado fue divulgado en 2020. Algunos peloteros siguen enfadados.
En mayo, el relevista de los Medias Blancas Keynan Middleton ponchó a Correa para cerrar un juego, y luego tildó de “tramposo” al puertorriqueño al comparecer ante la prensa.
Manfred también afirmó que se arrepiente de un “comentario bastante altanero” tras el escándalo de los Astros, al referirse al trofeo de la Serie Mundial como un “pedazo de metal”.
