Activistas y políticos celebraron el primer aniversario del fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que anuló el derecho al aborto en todo el país con elogios de algunos y protestas de otros.
Defensores de ambos bandos realizaron marchas el sábado en Washington y en otras partes del país para llamar la atención sobre el fallo Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization del 24 de junio de 2022, que anuló el fallo anterior Roe v. Wade de 1973.
“Estoy absolutamente furiosa de que la gente piense que puede interferir con las decisiones médicas entre una mujer y su médico”, dijo Lynn Rust, de Silver Springs, Maryland, en un mitin de la Marcha de las Mujeres en Washington.
En Chicago, mítines encontrados se reunieron en lados opuestos de una calle frente a un edificio federal en el centro de la ciudad. Hubo gritos, pero no reportes de enfrentamientos.
“Los funcionarios electos en Illinois tratan de convertirnos en la capital del aborto en el medio del país”, indicó Peter Breen, vicepresidente de la conservadora Sociedad Thomas More, al diario Chicago Tribune.
Andy Thayer, de Gay Liberation Network, dijo que las personas en Illinois que están a favor del derecho al aborto no pueden ser complacientes porque los jueces conservadores han sido designados para puestos clave en los tribunales.
“Por eso tenemos que salir a las calles”, afirmó.
La decisión Dobbs colocó inevitablemente al aborto en el centro de la campaña electoral y profundizó las diferencias entre varios estados.
La mayoría de los estados gobernados por republicanos han impuesto restricciones. Catorce de ellos han aprobado leyes que actualmente prohíben la mayoría de los abortos en cualquier etapa del embarazo, con algunas excepciones para la vida y la salud de la madre y por los embarazos que resultan de violaciones o incesto.
La mayoría de los estados gobernados por demócratas han tomado medidas para proteger el acceso al aborto e impedir que los médicos que lo practican sean juzgados por violar las prohibiciones de otros estados.
El problema está lejos de resolverse, como lo demuestran las manifestaciones del sábado y las batallas del año pasado que se desarrollaron en los tribunales, en las boletas electorales y en las legislaturas estatales.
Los jueces todavía sopesan si las prohibiciones y restricciones en varios estados cumplen con las constituciones estatales. A partir de este otoño, más votantes podrían decidir directamente sobre las políticas relacionadas con el aborto; el año pasado, se pusieron del lado del derecho al aborto en los seis estados con medidas en la boleta electoral. Y el tema estará en la boleta electoral en los comicios de este año y el próximo.
La vicepresidenta Kamala Harris habló sobre el impacto del fallo de Dobbs en Charlotte, Carolina del Norte.
“Sabíamos que esta decisión crearía una crisis de atención médica en Estados Unidos”, dijo, señalando a las mujeres a que inicialmente se les negó el acceso al aborto incluso durante abortos espontáneos porque los hospitales estaban preocupados por las consecuencias legales.
Las leyes que restringen el aborto “en diseño y efecto han creado caos, confusión y miedo”, agregó Harris.
Si bien no existe un consenso universal entre los votantes, las encuestas de opinión pública han mostrado consistentemente que la mayoría se opone a las prohibiciones más restrictivas pero también rechaza el acceso incontrolado al aborto en todas las etapas del embarazo.
El presidente Joe Biden ha presionado por una ley nacional para restablecer el acceso al aborto. Los republicanos han pedido una prohibición nacional. Esta semana, el exvicepresidente Mike Pence, que busca la candidatura presidencial del Partido Republicano para 2024, está pidiendo a los candidatos de su partido que se unan a él para respaldar una prohibición después de las 15 semanas de embarazo.
Pero con los demócratas controlando la presidencia y el Senado estadounidense y los republicanos en poder de la Cámara de Representantes, ningún cambio federal es inminente.
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Mulvihill reportó desde Cherry Hill, Carolina del Norte. Los periodistas de The Associated Press Stephanie Scarbrough y Will Weissert en Washington y Michael Tarm en Chicago contribuyeron a este despacho.