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Diluvio de donaciones que trajo el fallo que prohibió el acceso al aborto en EEUU se ha desplomado

Archivo - Activistas por el derecho al aborto protestan frente a la Corte Suprema de EE.UU. en Washington, el 25 de junio de 2022. (AP Foto/José Luis Magaña, Archivo) AP (Jose Luis Magana/AP)

Los llamados “donativos de furia” se acabaron. Los grupos de acceso al aborto que hace un año recibieron un diluvio de donativos luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara el fallo Roe vs. Wade dicen que esas subvenciones de emergencia se han terminado y que los donativos individuales y de fundaciones también han disminuido.

Después del llamado fallo antiaborto Dobbs, algunos de los principales financiadores del acceso al aborto también terminaron o cambiaron el financiamiento a organizaciones que trabajan en estados donde el aborto ahora está prohibido, explica Naa Amissah-Hammond, directora sénior de otorgamiento de subvenciones del Groundswell Fund (Fondo Groundswell), que financia grupos de base que se organizan por la justicia reproductiva.

Las organizaciones sin fines de lucro dedicadas a la salud de la mujer y la custodia temporal, que esperaban una mayor demanda en áreas donde el acceso al aborto ha sido eliminado o restringido, dicen que tampoco han visto un incremento en el apoyo en el último año.

Holly Calvasina dijo que su experiencia como directora de desarrollo en la clínica de salud reproductiva CHOICES en Memphis, Tennessee, podría brindar una explicación. Como muchos que trabajan en el sector de los derechos reproductivos, Calvasina dijo que trató de prepararse para el aumento en la necesidad, incluso antes de que se filtrara un borrador del fallo de la Corte Suprema en mayo del año pasado. Mientras que algunos financiadores vieron las señales del desastre inminente y aumentaron el apoyo, otros prefirieron esperar y ver qué pasaba.

“Creo que (eso) realmente habla de un asunto fundamental con la filantropía y la respuesta a una crisis emergente”, agrega Calvasina. “La filantropía se mueve muy lentamente y las crisis de derechos humanos se desarrollan rápidamente”.

La montaña rusa de las donaciones también apareció reflejado para CHOICES, en los 150.000 dólares en donativos a su campaña anual de primavera el año pasado. Eso significó un aumento de los 2.000 dólares en 2021. Este año, la campaña recaudó 40.000 dólares.

Las organizaciones en los estados donde el aborto ha sido prohibido o limitado han tenido que adaptarse radicalmente, afirma Marsha Jones, directora ejecutiva de The Afiya Center, con sede en Dallas. Su organización utilizó donativos recibidos después del fallo Dobbs para expandir su centro de maternidad, pero dijo que los donadores ahora están menos interesados en financiar la salud materna que en respaldar la defensa y el apoyo práctico del aborto. Afirma, como lo ha hecho durante años, que respaldar la justicia reproductiva es más que financiar el acceso al aborto.

“Son literalmente personas que quieren elegir la plena autonomía corporal”, expresa Jones sobre quienes eligen llevar un embarazo a término y quienes no.

Es difícil obtener datos del año pasado sobre los donativos de beneficencia a cualquier sector. La pandemia retrasó la publicación de los informes de donantes al Servicio Interno de Impuestos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés), aunque un retraso de hasta dos años era habitual incluso antes de que llegara la pandemia de COVID-19.

Tanto los donativos a organizaciones de servicios humanos como de beneficios de la sociedad pública —sectores que podrían incluir a organizaciones sin fines de lucro de acceso al aborto— disminuyeron en 2022, mientras que los donativos a las organizaciones de salud aumentaron un 5%, lo que en realidad es una disminución cuando se ajusta a la inflación, según el informe de Giving USA (Dar Estados Unidos) publicado la semana pasada.

Pero existe una capa especial de opacidad en torno al financiamiento para el acceso al aborto. Muchos donantes financian de manera anónima, y a veces exigen a los beneficiarios que no revelen públicamente la fuente.

El patrocinador histórico más grande, The Susan Thompson Buffett Foundation (La Fundación Susan Thompson Buffett), a veces hace públicos los donativos a través de declaraciones de impuestos, pero la organización no comenta sobre el apoyo para el acceso al aborto y no respondió a las preguntas sobre si cambió o cómo cambió su estrategia de financiamiento en respuesta al fallo Dobbs.

Otro gran proveedor de fondos, The David and Lucile Packard Foundation (Fundación David y Lucile Packard), dijo que está cambiando o finalizando las subvenciones a organizaciones en la mayoría de los estados donde el aborto es ahora ilegal o está restringido significativamente. La fundación también asignó 14,1 millones de dólares adicionales en fondos el año pasado en parte para “apoyar a los proveedores en los estados de refugio seguro”, y dijo que considera financiar la salud materna, entre otras áreas, en estos estados en lugar de los otros.

The William and Flora Hewlett Foundation (Fundación William and Flora Hewlett) dijo que brinda apoyo constante a los beneficiarios en todos los estados para financiar la atención del aborto donde todavía es legal o abogar contra las prohibiciones.

En general, los donativos a las organizaciones que atienden específicamente a mujeres y menores de edad representan menos del 2% de todos los donativos, según un proyecto de investigación del Women’s Philanthropy Institute (Instituto de Filantropía para Mujeres) de la Lilly Family School of Philanthropy (Escuela de Filantropía de la Familia Lilly) en la Universidad de Indiana.

Calvasina cree que el financiamiento anónimo, especialmente de las fundaciones más grandes, perpetúa la desigualdad dentro del movimiento. Otros en el sector dijeron que los donantes tienen muchas razones para querer permanecer en el anonimato, incluida el evitar ser blanco de grupos que se oponen al aborto.

Una medida de la cantidad potencial de financiamiento disponible para las organizaciones de salud reproductiva es el alcance de los donativos de los fondos asesorados por donantes (DAF, por sus siglas en inglés) organizados por la Silicon Valley Community Foundation (Fundación Comunitaria de Silicon Valley) a los afiliados a Planned Parenthood, una organización de clínicas comunitarias que proporcionan información y asistencia para el control de natalidad y el aborto, enfermedades de transmisión sexual y asuntos relacionados en todo el país.

Esos donativos superaron los 98 millones de dólares en 2022, según datos de Candid, una organización sin fines de lucro que recopila información sobre donativos de beneficencia. La fundación declinó hablar sobre los donativos y citó su política de no comentar sobre las subvenciones de los DAF.

Ver una caída en donativos después de un evento importante no es tan inusual, admite Una Osili, decana asociada de investigación y programas internacionales en la Lilly Family School (Escuela de la Familia Lilly).

“Si piensas en la decisión de dar, ya sea para un desastre natural o una crisis, la gente se entera y quiere participar para marcar la diferencia”, añade Osili.

Danielle Gletow, fundadora y directora ejecutiva de One Simple Wish (Una organización sin fines de lucro que conecta a los donantes con los niños de custodia temporal que tienen solicitudes específicas) dijo que las personas buscan grupos como el suyo que ofrecen apoyo directo, pero le preocupa que las restricciones de acceso al aborto puedan ejercer más presión sobre el sistema de custodia temporal.

En Texas, donde el programa de bienestar infantil del estado está tan abrumado que los niños a veces duermen en edificios de oficinas, los trabajadores de custodia temporal temen que las estrictas leyes estatales sobre el aborto podrían obligar a las mujeres a tener hijos que no pueden cuidar y aumente la población de niños con necesidad de una familia de acogida.

“No creo que sea posible deteriorar algo aún más cuando ya está deteriorado, si soy honesta”, reconoce Gletow. “Este es un sistema que está increíblemente deteriorado”.

El apoyo filantrópico ha aumentado en estados como Nuevo México, que aprobó leyes que protegen el acceso al aborto y escudan a los proveedores de servicios de aborto, ya que tiene límites con Texas y Oklahoma, donde el aborto ahora está prohibido. Una coalición de grupos locales pidió públicamente a los financiadores y grupos entrantes que se coordinaran con ellos en febrero.

Charlene Bencomo, directora ejecutiva de Bold Futures (Futuros Audaces), una líder de la coalición, dijo que piden a los nuevos proveedores que acepten Medicaid, que puede cubrir el aborto en el estado, y que ofrezcan servicios de salud reproductiva fuera de la atención del aborto.

“Seguimos buscando una atención de mayor calidad, una mejor calidad de atención para nuestra gente en Nuevo México y para aquellos que necesitan venir aquí para acceder a la atención que no pueden obtener en su estado de residencia”, agregó Bencomo.

Amissah-Hammond, del Groundswell Fund, dijo que está en espera de ver si los financiadores que respondieron con subvenciones de emergencia o únicas el año pasado continuarán su financiamiento para el acceso al aborto a largo plazo. Para los financiadores preocupados por las responsabilidades legales, sugirió que ofrezcan apoyo operativo general, en lugar de subvenciones basadas en proyectos, y que acepten actualizaciones por teléfono.

“Estamos aprendiendo mucho de nuestros pares financiadores que han estado financiando en contextos globales”, dijo, “donde el trabajo por los derechos reproductivos, la salud y la justicia ha sido criminalizado durante mucho tiempo, y donde los derechos LGBTQ han sido penalizados y funcionan, francamente, porque la democracia ha sido penalizada”.

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La cobertura filantrópica de The Associated Press recibe apoyo a través de una colaboración con The Conversation US, con fondos de Lilly Endowment Inc. La AP es la única responsable de este contenido.

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