DAKAR, Senegal (AP) — Los civiles de las regiones angloparlantes de Camerún están siendo atacados por el ejército, por separatistas y por milicias que están llevando a cabo asesinatos, actos de tortura y de violencia sexual, de acuerdo con un reporte de Amnistía Internacional publicado el martes.
Investigadores del grupo defensor de derechos humanos hablaron con más de 100 víctimas de violencia armada, documentando ejecuciones extrajudiciales y la destrucción de hogares y aldeas en las regiones noroeste y suroeste de Camerún durante los últimos tres años, en medio de enfrentamientos entre las fuerzas armadas gubernamentales y los rebeldes separatistas.
Los Ministerios de Justicia y Defensa de Camerún no respondieron a una solicitud de comentarios, según Amnistía Internacional.
El prolongado conflicto armado conocido como crisis anglófona comenzó en 2016, cuando profesores y abogados angloparlantes organizaron protestas contra la marginación profesional y política por parte del gobierno de mayoría francófona.
Tras la represión de las protestas pacíficas, grupos rebeldes armados se movilizaron y prometieron luchar por la independencia de las zonas angloparlantes, a las que llaman Ambazonia.
En los enfrentamientos posteriores con el ejército camerunés, Human Rights Watch calcula que murieron 4.000 civiles y más de 700.000 quedaron desplazados en 2022.
“Nadie se está tomando en serio la situación, al menos no lo suficiente en cuanto a la magnitud de las violaciones de derechos humanos cometidas”, afirmó Fabien Offner, investigador principal de Amnistía Internacional.
El informe contiene fotos de personas con cicatrices de machete y casas quemadas hasta los cimientos, que ilustran el costo del conflicto en la Región del Noroeste.
“Mucha gente vive con trastorno de estrés postraumático a causa de la crisis”, señaló Tanyuy Etienne, especialista en salud mental que trata a víctimas de la violencia de género en el Noroeste.
Tan sólo en los dos últimos meses, Etienne afirmó haber atendido a 30 mujeres y niñas violadas por las fuerzas de seguridad o miembros de grupos armados. Algunas tenían apenas 9 años, dijo.
Los autores del informe de Amnistía Internacional afirmaron haber entrevistado a 15 mujeres que sobrevivieron a la violencia sexual a manos de las fuerzas de seguridad.
Aunque la crisis anglófona tiene sus raíces en las tensiones de la época colonial entre la minoría angloparlante de Camerún y la mayoría francófona, los conflictos intercomunitarios han exacerbado el caos.
Los grupos separatistas suelen atacar a los mbororo fulani, un grupo seminómada. El ejército camerunés parece haber reclutado a “grupos de vigilancia” mbororo fulani para ayudar a combatir a los separatistas, y la violencia resultante afecta inevitablemente a la población civil.
Las milicias de mbororo fulani son “muy hostiles con la población, cometiendo actos como violaciones, torturas, muertes y otras atrocidades”, señaló Etienne.
El informe afirma que el gobierno camerunés ha incumplido con creces su responsabilidad de investigar las acusaciones bien documentadas de abusos cometidos por las fuerzas armadas y exigir responsabilidades a los autores.
“Quienes han denunciado o informado sobre violaciones de derechos humanos y crímenes cometidos en las regiones anglófonas han sido amenazados y, en ocasiones, detenidos arbitrariamente y torturados por todas las partes”, apunta el informe.
