HONG KONG (AP) — El jefe del gobierno de Hong Kong, John Lee, declaró el martes que los ocho activistas prodemocráticos que ahora viven en Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Australia serán perseguidos de por vida por presuntas ofensas a la seguridad nacional, desestimando las críticas de que la orden de detenerlos sienta un precedente peligroso.
Lee expresó su apoyo a las labores policiales para arrestar a los ocho activistas. Durante su sesión semanal de prensa, el jefe del ejecutivo dijo que cualquier persona, incluidos sus familiares y amigos, que ofrezca información que resulte en la detención será elegible a recibir las recompensas que ofrece la policía.
“La única manera en que pueden poner fin a su destino como prófugos que serán perseguidos de por vida es entregarse” a las autoridades, declaró.
Se emitieron órdenes de arresto para los exlegisladores prodemocracia Nathan Law, Ted Hui y Dennis Kwok, el abogado Kevin Yam, el sindicalista Mung Siu-tat y los activistas Finn Lau, Anna Kwok y Elmer Yuen. Fueron acusados de infringir la Ley de Seguridad Nacional impuesta por Beijing al cometer ofensas como colusión con potencias extranjeras e incitar a la secesión.
Más de 260 personas han sido arrestadas en virtud de la ley, la cual se promulgó en 2020 como parte de una represión generalizada contra la disidencia en el territorio, pero las recompensas de un millón de dólares de Hong Kong (127.600 dólares) por información que conduzca al arresto son las primeras que se ofrecen en relación con la iniciativa.
La medida no tardó en ser criticada por los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña, que discrepan con la aplicación extraterritorial de la ley de seguridad. Washington señaló que establece un peligroso precedente que pone en riesgo los derechos humanos. La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Penny Wong, tuiteó que su país estaba “profundamente consternado” con los reportes de que las autoridades de Hong Kong emitieron órdenes de arresto para los defensores de la democracia.
Pero Lee insistió en que en muchos países existen facultades extraterritoriales para las leyes de seguridad. Indicó que su gobierno no se dejará influir por los comentarios de funcionarios y políticos del extranjero.
“No tengo miedo de ninguna presión política que se nos imponga, porque hacemos lo que consideramos correcto”, comentó.
En Beijing, la portavoz del Ministerio del Exterior, Mao Ning, dijo que China lamenta profundamente la “flagrante calumnia” de los demás países a su Ley de Seguridad Nacional para Hong Kong. “La justicia nunca se postergará ni estará ausente”, puntualizó.