La educación de los robot umpires se ha complicado debido a un problema que ha sido un secreto a voces los últimos 150 años: la zona de strikes en el campo no es la misma que fue descrita en el libro de reglas.
Antes de que el sistema automático de strikes esté listo para las Grandes Ligas necesitan llegar a un consenso.
“Te metes en hoyo de información y que pondría no ser justo para algunos bateadores”, admitió el puertorriqueño Carlos Correa de los Mellizos de Minnesota. “Un pitcher tiene curvas que cruzan la zona y terminan como bolas, pero la zona lo considera un strike. Prefiero el elemento humano, pero quién sabe, quizá en algún momento lo perfeccionen”.
La MLB comenzó a experimentar con las decisiones de bolas y strikes con robots en la independiente Liga del Atlántico en el 2019 y uso una computadora en la Low-A en el 2021. Un sistema de reto se probó la campaña anterior en algunos parques de ligas menores cuando un pitcher, bateador o catcher podían apelar una decisión del umpire a una computadora.
Este año el ABS, por sus siglas en inglés, se utilizará en algunos campos de la Triple-A. El robot por si solo en los tres primeros juegos de la serie y un humano con un sistema para presentar un reto en los últimos tres.
Las reglas oficiales del béisbol definen la zona de strike como “el área sobre el plató cuyo límite superior es una línea horizontal en el punto medio entre la parte alta de los hombros y la parte superior del pantalón del uniforme, y el nivel inferior es una línea en la parte hueca debajo de las rodillas”.
En práctica, los umpires de las Grandes Ligas usualmente no consideran ponches lanzamientos que estén por debajo de la zona tridimensional en frente o en la parte alta de atrás, con lo que la zona de strike es más un óvalo que un cubo.
“Si observas bien el promedio de la zona que normalmente consideran en las Grandes Ligas desde siempre, no es un rectángulo como el sistema con pide”, indicó el vicepresidente de operaciones de la MLB Morgan Sword.
En un inicio los robots fueron programados para determinar una zona bidimensional frente al plato y la MLB experimentó con una zona tridimensional.
De acuerdo con información de MLB data, los ponches en la Triple-A se redujeron de 23,3% con umpires humanos el año pasado a 22,2% este año con umpires automáticos y 22% cuando se puede presentar un reto al sistema. Los boletos subieron de 10,2% el año pasado a 12,7% esta temporada con robots y 11,5% cuando se reta al sistema
El promedio de bateo pasó de .252 a .266 con ABS y .273 con retos. Los jonrones pasaron de 2,9% a 3,2% en ABS y 3,3% con reto.