BOGOTÁ (AP) — Las autoridades colombianas informaron el viernes que los cuatro niños que sobrevivieron 40 días perdidos en la selva, tras estrellarse en un avioneta, permanecerán en un centro de protección infantil y no con los familiares que solicitaban su custodia.
El proceso de “recuperación de derechos” al que se refirió Astrid Eliana Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en rueda de prensa, es una fase transitoria que durará seis meses y contará con el acompañamiento de la defensora que tienen asignados los cuatro menores, así como de las cuidadoras que estuvieron con ellos en el hospital desde que fueron encontrados a inicios de junio en mitad de la selva colombiana.
Eso no implica, aclaró Cáceres que se rompa el vínculo familiar, ya que se va a mantener de acuerdo a lo que vaya determinando la defensora de los niños. Durante ese tiempo, se seguirán evaluando las condiciones que rodean a los niños, como miras a que recuperen sus derechos completamente, “hasta poder fortalecer a la familia tanto social como económicamente”.
La madre de los menores, entre los que hay un bebé de poco más de un año, falleció en el accidente aéreo.
Sus abuelos maternos se disputaban la custodia de Lesly, Soleiny, Tien y Cristin, que tienen de 13 a 1 año, ante el padre de los dos más pequeños, a quien acusaron de haber tenido episodios de violencia con la madre. Sobre las denuncias al padre, la directora de Bienestar Familiar aseguró que todas han sido tomadas en cuenta durante el proceso y que siguen su procedimiento.
Los niños ya se encuentran en el centro de protección, tras una salida “bastante amorosa” del hospital y tras haber recuperado “peso y talla”, aseguró Cáceres. “Una bebé completamente recuperada, lo mismo para sus hermanos”.
Durante más de un mes, los menores —miembros de la etnia indígena huitoto— sobrevivieron en la selva comiendo harina de yuca y semillas, así como algunas frutas que hallaron en la selva y que ya conocían.
“Han expresado sentirse tranquilos”, indicó la directora de Bienestar Familiar sobre la respuesta de los menores a la decisión tomada por las autoridades. “Vamos con la voz de ellos y con la voz de la defensora que es la que garantiza que esto se haga correctamente”.
El centro en el que se encuentran responde a criterios interculturales dado el origen indígena de los niños y está en un entorno rural, explicó Cáceres. Allí están, informó la directora del ICBF, junto a otros menores y tendrán un “modelo educativo flexible”. También habrá acompañamiento de la familia extensa y de las organizaciones indígenas que colaboraron en su rescate y atención.
“El acompañamiento no solo se da en el marco de los derechos prioritarios de la constitución, también los usos y costumbres del pueblo huitoto del que son originarios”, indicó el vicedefensor del pueblo, Luis Andrés Fajardo.
En un comunicado, Bienestar Familiar informó también que se conformará un fondo, “una fiducia con el objetivo de garantizar el bueno uso de los recursos de los que se puedan beneficiar los hermanos por donaciones o aportes de particulares para su futuro” por instrucción presidencial.
El accidente que los dejó durante 40 días perdidos solos en la selva se produjo a finales de mayo, cuando los niños viajaban con su madre desde la aldea amazónica de Araracuara hacia el poblado de San José del Guaviare. El piloto del avión Cessna monomotor de hélice declaró una emergencia debido a una falla en el motor y poco después la aeronave desapareció del radar.
La búsqueda dió con los restos de la avioneta después de dos semanas, en donde se hallaron también los cuerpos de tres adultos, entre ellos, el de la madre. Pero no había indicios de los niños, lo que generó esperanzas de que pudiesen estar vivos.
Finalmente fueron hallados vivos tras más de un mes de su desaparición y trasladados en helicóptero a la capital Bogotá. Luego, a un hospital militar en el que les proporcionaron servicios psicológicos y más apoyo. Esa fue la fase primera y la segunda es la que empieza ahora en el centro de protección infantil.