LIMA (AP) — Cientos de ciudadanos se movilizaron el sábado por el centro de Lima en una marcha denominada por la paz que respalda al gobierno de la presidenta Dilma Boluarte, mientras un comité de lucha ratificó la convocatoria a una jornada de protestas en busca de su destitución.
Vestidos de blanco y portando la bandera peruana, los asistentes proclamaban mensajes como “no al odio, sí a la paz”, “la violencia no es la solución, la paz sí”.
Jean Carlo Zárate, un joven que participó en la jornada, dijo a The Associated Press que “no queremos más violencia en Perú”.
A inicios de semana, organizaciones sociales y sindicales anunciaron la denominada “tercera toma de Lima” en contra del gobierno de Boluarte, y convocaron a manifestaciones para el miércoles.
En un intento anticipado de medición de fuerzas, el congresista por el partido conservador Renovación Popular, Alejandro Muñante, dijo a la AP que la marcha por la paz "busca dejar sentado el rechazo a los “mensajes de violencia o de separatismo y división de los peruanos”.
“Solamente es un pequeño grupo que quiere desestabilizar al país”, afirmó.
En contraste, el Comité Nacional Unificado de Lucha de Perú que agrupa a organizaciones regionales de izquierda emitió el sábado un comunicado convocando a un “paro nacional” y haciendo un llamado a la unidad en las marchas previstas para el 19 de julio, con la consigna de destituir a la presidenta.
Agregó que entre los temas de su plataforma de lucha están el rechazo a lo que consideran una falta de planificación del gobierno que ha paralizado el agro, aumentado la corrupción, la inseguridad ciudadana, la pobreza multidimensional y el desgobierno que califican como una “dictadura”.
Como una medida de prevención, la Fiscalía de Perú dispuso el sábado que sus unidades especializadas en prevención de delitos, derechos humanos e interculturalidad estén activas durante y después de las actividades anunciadas, en el centro, norte y sur de Lima.
El primer ministro de Perú, Alberto Otárola, dijo el viernes que invoca a las autoridades “a aplicar, conforme a la ley, el uso legítimo de la fuerza”, en lo que se consideró una advertencia ante las protestas convocadas.
Boluarte asumió el 7 de diciembre de 2022 tras la destitución del entonces mandatario Pedro Castillo, quien previamente quiso disolver el Legislativo sin tener éxito. Las protestas generadas entre diciembre y febrero dejaron decenas de muertos y numerosos heridos.
