MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El combinado sueco es uno de los que también puede presumir de haber participado en todas las ediciones de la Copa del Mundo, donde ha sido protagonista en varias ocasiones y en épocas diferentes, una buena muestra de su potencial. Así, su mejor resultado es el subcampeonato de 2003 ante Alemania, mientras que fue tercero en 1991, en 2011 y hace cuatro años en Francia.
Suecia, número tres del ranking FIFA, es uno de los países con mayor tradición en el panorama del fútbol femenino, tal y como demuestra que fue campeona de Europa en 1984 y las dos medallas de plata que ha conquistado en las dos últimos Juegos Olímpicos. Apeada por los Países Bajos de la final de 2019, en la pasada Eurocopa se quedó en semifinales, arrollada por la anfitriona Inglaterra (4-0).
El equipo que dirige Peter Gerhardsson cuenta con jugadoras de reconocido nivel en el fútbol continental como es el caso de la blaugrana Fridolina Rolfö, la central Magdalena Eriksson o delanteras de nivel como Stina Blackstenius, Kosovare Asllani o Sofia Jakobsson con las que espera volver a llegar lejos en un gran torneo.
En teoría, el principal rival para pugnarle a las suecas el primer puesto sería una Italia que está en crecimiento. Las 'Azzurre' llegan animadas en su intento de volver a brillar como hiciesen en el último Mundial donde fueron una de las sorpresas al llegar hasta los cuartos de final tras liderar un grupo con Australia y Brasil y dejar fuera a China en el primer cruce.
Países Bajos puso fin a su aventura en la que era la primera Copa del Mundo desde 1999, pero el combinado que dirige Milena Bertolini, en el cargo desde 2017, ha confirmado su mejoría con una segunda clasificación consecutiva donde espera resarcirse de cierta decepción en la pasada Eurocopa donde no pudo pasar del grupo no excesivamente complejo (Francia, Bélgica e Islandia) y donde sólo sumó un punto.
Italia, 16 del mundo, competirá en Australia y Nueva Zelanda inmersa en un proceso de renovación donde sobresale la presencia de una futbolista muy joven como Giulia Dragoni, centrocampista del filial del FC Barcelona de tan sólo 16 años y que ha logrado hacerse un hueco en la lista final.
El equipo italiano podría tener como rival por el hueco que pueda dejar Suecia para los octavos de final a una Argentina, situada en el puesto 28 del ranking FIFA y que también quiere exponer su crecimiento en el panorama internacional en la cuarta Copa del Mundo de su historia, segunda consecutiva.
El combinado argentino, tercero en la última Copa América y cuyo país creó una liga femenina en 2019, sabe que para aspirar a estar en los cruces necesitará en primer lugar ganar el primer partido en su historial mundialista. Hasta el momento, de nueve encuentros en Mundiales, sólo ha saboreado dos empates, ambos en 2019 ante Japón y Escocia. En la convocatoria de Germán Portanova destacan las 'españolas' Estefanía Banini, heroína del título de la Copa de la Reina del Atlético, y Florencia Bonsegundo (Madrid CFF).
Finalmente, Sudáfrica buscará dar la sorpresa y encarecer el billete a los octavos de final de cualquiera de sus rivales en lo que será el segundo Mundial de su historia tras el histórico de hace cuatro años en Francia. Allí, donde compartió un grupo muy duro con España, Alemania y China, se marchó de vacío y sólo un gol anotado, registros que quiere mejorar esta vez apoyada en su condición de actual campeona africana, logro histórico y que hizo con pleno de victorias. Desiree Ellis está al mando de un equipo liderado por la exdelantera del Atlético de Madrid Thembi Kgatlana.