KIEV (AP) — Drones y misiles rusos golpearon objetivos en diferentes lugares de Ucrania durante una noche de intensos ataques aéreos que dañó infraestructura portuaria clave en el sur de Ucrania e hirió al menos a 12 personas, según indicaron el miércoles las autoridades ucranianas.
El bombardeo golpeó el puerto sureño de Odesa por segunda noche en fila, días después de que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijera que Moscú suspendería su participación en la Iniciativa de Grano del Mar Negro, que permitió que cruciales exportaciones de grano llegaran al mundo, incluidos muchos países amenazados por el hambre.
Entre tanto, responsables rusos de emergencias en Crimea informaron de más de 2.200 evacuados de cuatro poblaciones por un incendio en una instalación militar. El fuego también provocó el cierre de una importante autopista, según Serguei Aksyonov, administrador nombrado por Rusia para la región, anexionada por Moscú en 2014.
No especificó la causa del fuego en el distrito de Kirovsky, que se produjo dos días después de un ataque en un puente que conecta Rusia con la península y que el Kremlin ha atribuido a Ucrania.
“Una noche difícil de ataques aéreos para toda Ucrania”, dijo Serhii Popko, jefe de la Administración Militar de Kiev en un comunicado en Telegram. Las autoridades ucranianas reportaron un ataque mayor que en los últimos días tanto en el número de lugares afectados como de misiles y drones empleados.
Los ataques fueron especialmente duros en Odesa por segunda noche consecutiva, añadió Popko. Al menos 12 civiles resultaron heridos en la región, según el Comando Sur del ejército ucraniano.
El gobernador regional de Odesa, Oleh Kiper, dijo que el ataque había incluido “docenas de misiles y ataques de drones” contra el puerto e instalaciones de infraestructura. Los restos de misiles y drones derribados cayeron sobre edificios de apartamentos, balnearios costeros y almacenes, provocaron incendios y causaron lesiones.
Rusia atacó el puerto e infraestructura clave con misiles Oniks y Kh-22, dijo Kiper. Hubo impactos en terminales de grano y petróleo y daños en tanques de almacenaje y equipamiento de carga, además de un incendio. Había trabajadores de emergencias en el lugar.
Los precios del trigo subieron más de un 2,5% el martes y en torno a un 3% el miércoles tras los ataques rusos en Odesa, un núcleo logístico clave para la exportación de grano. Los incrementos reflejaban el nerviosismo en los mercados mundiales apenas unos días después de que Moscú abandonara el acuerdo de grano, que permitió a Ucrania exportar comida a lugar del mundo donde hay riesgo de hambruna.
Sin embargo, el precio de 6,91 dólares por bushel de trigo seguía estando un 85% por debajo del máximo del año pasado.
La ministra alemana del Exterior, Annalena Baerbock, tuiteó que “Putin no solo ha reventado la Iniciativa de Grano del Mar Negro; ahora ha lanzado una lluvia de bombas sobre la ciudad portuaria de Odesa por segunda noche consecutiva”.
“Al hacerlo, le roba al mundo toda esperanza de grano ucraniano. Cada una de sus bombas alcanza a los más pobres del mundo”, añadió.
Baerbock prometió hacer todos los esfuerzos “para encontrar rutas alternativas de transporte”, tal vez por vías fluviales, trenes y caminos.
Al menos seis vecinos de Odesa, incluido un niño de nueve años, buscaron atención médica por heridas causadas por cristales rotos y otros objetos.
Los restos de un misil Kh-59 derribado abrieron un gran cráter en otra zona de la ciudad, donde tres personas resultaron heridas y varios edificios sufrieron daños.
Además se derribaron ocho drones Shahed en la región más amplia de Odesa, donde se reportaron daños en dos almacenes que contenían tabaco y material pirotécnico.
Rusia también atacó Kiev con drones Shahed de fabricación iraní, aunque “sin resultado”, dijo Popko. Las defensas antiaéreas ucranianas interceptaron todos los drones dirigidos contra la capital y una investigación preliminar indicaba que no había víctimas.
Las fuerzas rusas no limitaron sus ataques a Odesa. Al menos una persona murió y 21 resultaron heridas en ataques rusos en las últimas 24 horas. Una persona murió en la región nororiental de Járkiv, cerca de la volátil zona de Kupyansk. Diez personas resultaron heridas en Donetsk, donde siete ciudades fueron atacadas, incluidas Avdiivka, Mariinka and Chasiv Yar.
Dos personas resultaron heridas en ataques sobre la región de Mykolaiv y otra en la provincia de Jersón.
En la región ucraniana de Zhytomyr, ataques rusos con drones dañaron infraestructura y viviendas particulares, según el gobernador regional, Vitalii Bunechko. No se registraron bajas.
Las autoridades en las regiones ucranianas de Poltava y Kirovohrad también reportaron ataques.
El último aluvión llegó al día siguiente de lo que el Ministerio ruso de Defensa describió como un “ataque de represalia” contra instalaciones militares ucranianas cerca de Odesa y la ciudad costera de Mykolaiv con armas de precisión lanzadas desde el mar.
Rusia acusa a Ucrania del ataque del 17 de julio contra el Puente Kerch, que conecta Rusia con Crimea y es una importante ruta de suministros civiles y militares.
La principal agencia de seguridad ucraniana pareció admitir de forma tácita su participación en el ataque del 17 de julio, aunque no llegó a atribuírselo directamente, como ha ocurrido en ataques anteriores al puente.