JERUSALÉN (AP) — Los soldados israelíes dispararon y mataron el jueves a un hombre palestino cerca de un santuario en la Cisjordania ocupada, según informaron funcionarios de salud palestinos, en el último incidente letal dentro de un ciclo de violencia que se ha adueñado de la región.
Los meses de enfrentamientos, que arrojan un número de víctimas cada vez mayor, no dan indicios de remitir y se han convertido en el peor episodio de violencia entre israelíes y palestinos en Cisjordania en casi dos décadas.
El tiroteo del jueves se produjo mientras las fuerzas israelíes escoltaban a fieles israelíes, entre los que estaba el jefe de la policía israelí y el del consejo local de colonos judíos, a un lugar conocido como la tumba bíblica de José, en la ciudad palestina de Nablus.
El santuario ha sido durante mucho tiempo un foco de enfrentamientos entre los palestinos y las tropas israelíes, y Nablus se ha convertido también en un punto clave en la actual escalada de violencia.
Durante la visita, los sospechosos abrieron fuego y arrojaron explosivos, rocas y neumáticos en llamas a los soldados, que respondieron disparando, indicó el ejército israelí.
De acuerdo con la agencia noticiosa palestina Wafa, el fallecido era Badr al-Masri, de 19 años. Otras tres personas resultaron heridas y recibieron atención médica, agregó el reporte.
Los choques entre Israel y los palestinos en Cisjordania se intensificaron a principios del año pasado cuando Israel lanzó incursiones nocturnas casi diarias en zonas palestinas del territorio en respuesta a una oleada de ataques palestinos contra israelíes.
La violencia ha repuntado este año, con más de 150 palestinos muertos por fuego israelí desde comienzos de 2023 en Cisjordania y Jerusalén Este, según un conteo de The Associated Press.
Israel sostiene que la mayoría de los fallecidos eran insurgentes, pero entre las víctimas hay también jóvenes que arrojaban rocas en protesta por las redadas y otras personas ajenas a los choques.
En este tiempo, los ataques palestinos contra israelíes se han cobrado la vida de al menos 26 israelíes.
Israel apunta que las redadas casi diarias en Cisjordania son clave para desmantelar las redes insurgentes y frustrar futuros ataques. Los palestinos ven la violencia como una respuesta natural a 56 años de ocupación, incluyendo la ampliación de los asentamientos por parte del gobierno israelí y el incremento de la violencia de los colonos judíos.
Israel capturó Cisjordania en la Guerra de los Seis días en 1967, además de Jerusalén Este y la Franja de Gaza, los tres territorios que los palestinos quieren para su futuro estado independiente.
