MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El título de la exposición proviene de una frase de la escritora británica Virginia Woolf. La muestra se enmarca dentro de lo que se conoce como 'site specific', un tipo de trabajo específicamente diseñado para el significado de esta localización en particular y que implica una interpretación con el espacio.
Por ello, la muestra se exhibe en Lazareto, una isla en la que pasaban la cuarentena quienes llegaban por el mar de Oriente o de África por miedo a las constantes epidemias de la peste bubónica o la fiebre amarilla.
En este montaje son importantes las relaciones espaciales y contextuales. Las obras de Lucía Vallejo se articulan con la mezcla de muchos procesos y disciplinas: el cristal, el lino, los pigmentos, la escultura, la pintura y el soplado de vidrio de manera artesanal. La artista crea un lenguaje propio con el que transgrede los límites de la pintura y la escultura, tanto formales como espaciales. Además, elabora un tejido de conexiones entre los materiales y los conceptos establecidos y logra por primera vez la simbiosis del soplado de vidrio y el textil de forma innovadora.
Según las comisarias de la muestra, María Corral y Lorena Martínez Corral, la exposición está organizada con un lenguaje "evidente" y a la vez "sutil y con una predominante dimensión personal". "Estas obras originan signos que se ordenan bajo nuevas relaciones visuales, introduciendo al espectador en un contexto paralelo cargado de tensiones, equilibrios e incógnitas en el que queda atrapado", subrayan.