MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Se espera la presencia de unos 25 responsables políticos y civiles como Mohamed el Tayshi, miembro del Consejo Soberano y el exministro de Justicia Nasreldin Abdelbari, ambos durante el mandato del ex primer ministro del país, Abdalá Hamdok, derrocado finalmente en un golpe militar liderado por el jefe del Ejército, Abdelfatá al Burhan.
Las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) estarán representadas por el asesor a la Comandancia Yusef Ezzat, de acuerdo con la información que baraja la emisora sudanesa Radio Dabanga.
El propósito del encuentro será el de, según las invitaciones, "alcanzar una posición de consenso e impedir los efectos de esta guerra sobre la cohesión de la sociedad de Darfur", así como la búsqueda "de una solución radical a la crisis sudanesa en su totalidad".
"Declaramos Darfur como zona de desastre", hizo saber a principios de mes el gobernador de Darfur, el antiguo líder rebelde Minni Minnawi, antes de reclamar a la comunidad internacional que "envíe ayuda humanitaria a través de todas las fronteras y con todos los medios disponibles para salvar a la población de la golpeada región".
Minnawi, quien fuera líder de la principal facción del Ejército de Liberación de Sudán (SLA), ha denunciado "terribles violaciones" en las ciudades de Kutum y El Geneina, incluidos "saqueos y asesinatos" que amenazan en particular a los miles de desplazados que están buscando escapar a los países vecinos a través de esta región.
El propio gobernador de Darfur --puesto que ocupa a raíz de la firma en octubre de 2020 de un histórico acuerdo de paz entre el gobierno de transición y varios grupos rebeldes-- hizo el 30 de mayo un llamamiento a "todos los ciudadanos honorables y al pueblo de Darfur" a "tomar las armas para proteger sus propiedades", antes de agregar que los que lo hicieran contarían con el apoyo de su facción armada.
La región de Darfur había sido previamente escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias a pesar del citado acuerdo de paz de 2020, que intentaba poner fin a la situación derivada de la guerra de 2003, que dejó al menos 300.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados.
