MOSCÚ (AP) — Las fuerzas de seguridad rusas abatieron el sábado a un hombre fuertemente armado que irrumpió en un domicilio particular en los suburbios de Moscú y disparó contra agente antes de amenazar con dirigirse al Kremlin.
El agresor fue localizado por los guardias tras irrumpir en una casa desocupada situada en una villa de casas de lujo de la región de Istra, a unos 45 kilómetros (menos de 30 millas) al oeste de Moscú. Cuando dos guardias de seguridad y un agente de la policía entraron en la casa, el hombre les apuntó, pero los tres lograron escapar, según medios de comunicación rusos.
Durante varias horas, las autoridades negociaron con el agresor, que vestía uniforme de combate y portaba un fusil Kalashnikov. El hombre afirmó que venía del frente de Ucrania y que Dios le había llevado a marchar hacia el Kremlin, la sede del gobierno en Moscú.
Se negó a rendirse, disparó contra las fuerzas especiales y murió cuando éstas ingresaron a la casa, informó la Guardia Nacional rusa. El atacante tenía en su poder varias armas automáticas y granadas de mano.
El legislador ruso Alexander Khinshtein identificó al agresor como Vyacheslav Chernenko, de 35 años y residente en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk. Se desconoce si había combatido en Ucrania, como lo afirmó.
La administradora del Istra, Tatiana Vitusheva, describió al hombre como una persona mentalmente inestable.
Algunos medios rusos señalaron que la casa de campo en que irrumpió perteneció en cierto momento a Víktor Yanukóvich, el expresidente de Ucrania afín a Moscú que fue expulsado de su cargo por las protestas masivas y al que Rusia ofreció refugio. Su actual propietario, que se encontraba en el extranjero cuando ocurrió el incidente, la ha puesto a la venta.
El incidente atrajo la atención de los medios y se produjo casi un mes después que el jefe de los mercenarios, Yevgeny Prigozhin, iniciara una rebelión de corta duración en que sus tropas del Grupo Wagner tomaron el cuartel general de la ciudad meridional de Rostov del Don y se acercaron a 200 kilómetros (125 millas) de Moscú en un intento de derrocar a los altos mandos militares del país.
Prigozhin aceptó poner fin a la rebelión del 23 y 24 de junio en virtud de un acuerdo que le ofrecía amnistía a él y a sus mercenarios y les permitía trasladarse a Bielorrusia.