MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
En una carta que será remitida este lunes a 19 entidades y firmas de servicios financieros, incluyendo bancos tradicionales y 'fintech', el ministro del Tesoro y Servicios Financieros, Andrew Griffith, expresa las preocupaciones suscitadas en ambas cámaras del Parlamento por las recientes alegaciones sobre la "desbancarización de clientes" y sobre las que el Gobierno adoptará todas las medidas necesarias para proteger el derecho a la libertad de expresión, según señala la cadena BBC.
Asimismo, el ministro indicaría su intención de mantener discusiones al respecto con los responsables de las entidades "en la primera oportunidad".
La semana pasada, el Tesoro del Reino Unido presentó una batería de medidas para evitar el cierre "injusto" de cuentas bancarias con el fin de reforzar las herramientas a disposición de los clientes que consideren necesario oponerse a la decisión de las entidades.
"El Gobierno ha intervenido para abordar los temores de que los bancos estén cancelando cuentas porque no están de acuerdo con las opiniones políticas de alguien", explicó el Tesoro, que obligará a las entidades a explicar y retrasar cualquier cierre de cuenta, protegiendo así la libertad de expresión.
De esta manera, los cambios aumentarán el periodo de notificación desde 30 a 90 días, lo que dará a los clientes más tiempo para impugnar una decisión a través del Servicio del Defensor del Pueblo Financiero o encontrar un banco de reemplazo.
También se requerirá que los bancos expliquen por qué están rescindiendo una cuenta bancaria, lo que aumentará la transparencia para los clientes y ayudará en sus esfuerzos por anular las decisiones.
"La libertad de expresión es un pilar de nuestra democracia y debe ser respetada por todas las instituciones", defendió Andrew Griffith, para quien los bancos ocupan un lugar privilegiado en la sociedad, y es justo equilibrar los derechos de las entidades a actuar en su interés comercial, con el derecho de todos a expresarse libremente.
Los cambios propuestos por el Tesoro se producen tras la investigación lanzada en enero, luego de la suspensión temporal de varias cuentas por parte de PayPal el año pasado, que determinó la necesidad de introducir cambios para garantizar que se logre el equilibrio adecuado entre la protección de los clientes y los derechos de los proveedores para gestionar el riesgo comercial.
Asimismo, coinciden con el escándalo abierto tras la denuncia de Nigel Farage de que el banco privado Coutts, filial del NatWest, denominación del antiguo Royal Bank of Scotland (RBS), había cerrado sus cuentas en la entidad debido a sus posiciones ideológicas y sus opiniones sobre diversas cuestiones, en vez de por razones meramente financieras como se había expuesto inicialmente.
Tras la reclamación de Farage de la documentación al respecto, publicada por medios británicos, la entidad habría considerado que mantener a Farage como cliente del banco no era consistente con la "posición de Coutts como una organización inclusiva" dadas sus "opiniones declaradas públicamente" con referencias a comentarios sobre las mujeres trans, los manifestantes de Black Lives Matter o su amistad con el tenista Novak Djokovic, quien se opone a las vacunas contra la Covid.
La semana pasada, la consejera delegada de NatWest, Alison Rose, tuvo que disculparse con Nigel Farage por los comentarios "profundamente inapropiados" vertidos sobre él en un documento referente a su idoneidad como cliente de Coutts.