MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Además, decenas de trabajadores humanitarios --incluidos trabajadores sanitarios-- han resultado heridos desde el comienzo de la guerra, más de una treintena han sido detenidas y algunas están desaparecidas.
La directora de la oficina regional del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos, Clementine Nkweta-Salami, ha lamentado que "los trabajadores humanitarios no se salvan de los horrendos actos de violencia y abuso", a pesar de que "nunca deberían ser un objetivo".
Nkweta-Salami ha indicado que también se han atacado instalaciones humanitarias, registrando medio centenar de almacenes saqueados, alrededor de 80 oficinas asaltadas y más de 200 vehículos robados. Además, ha podido verificar más de 50 ataques a la ayuda sanitaria.
"Condeno enérgicamente todos estos ataques: deben detenerse para que la comunidad humanitaria pueda continuar brindando ayuda esencial y detener el mayor deterioro de la situación humanitaria", ha declarado la directora de la oficina en la semana en la que se han cumplido 100 días de conflicto.
"Todas las partes en el conflicto deben adherirse al Derecho Internacional Humanitario y a los Derechos Humanos, incluida la protección de todos los civiles y la infraestructura civil, así como el acceso sin trabas y seguro para el personal y los suministros humanitarios en todo el país", ha manifestado.
La directora de ACNUR para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos ha subrayado que el conflicto sudanés ha convertido "una situación humanitaria desesperada en una catástrofe total", en el que 3,3 millones de personas han huido de sus hogares en busca de zonas más seguras, mientras que muchos siguen sin los servicios básicos pese a que la comunidad internacional "mantiene firme su compromiso de apoyar al pueblo en Sudán, realizando enormes y valientes esfuerzos para brindar asistencia en circunstancias muy difíciles".
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que la situación en Sudán a causa de la guerra entre el Ejército y las RSF ha alcanzado "niveles muy graves" y ha subrayado que el país hace frente a "una crisis humanitaria catastrófica" que ha afectado a seis países de la región.
Al menos 24 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, incluidos 2,6 millones de desplazados internos, mientras que más de 750.000 personas han huido de Sudán, unas cifras que "crecen cada día" ante la falta de acuerdo para poner fin al conflicto.