Apenas en días pasados, en un evento que celebraba a los abogados, el jefe de gobierno Martí Batres, reconocía la buena gestión del Magistrado Rafael Guerra, al frente del Poder Judicial de la Ciudad de México.
Sin duda, Guerra Álvarez quien se encuentra en su segundo periodo como presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, le ha cambiado la cara a la justicia en la capital del país. Le tocó enfrentar, como a muchas instituciones públicas, las consecuencias de una pandemia mundial que mermaron las capacidades de éstas.
Sin embargo, la justicia no se detuvo, sino que por el contrario, aceleraron la transición digital que se preveía a un mediano o largo plazo, esto involucró llevar a cabo sesiones en videoconferencias, impulsar la gestión y tramitación de juicios en línea y por supuesto.
Algo a destacar fue la firma del Convenio de Interconexión Tecnológica entre el Consejo de la Judicatura Federal y el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, para la implementación de un sistema que permita tramitar electrónicamente los juicios de amparo.
La ampliación y diversificación de la infraestructura para afianzar la oralidad e implementar diversas materias, como el proyecto de reordenamiento inmobiliario que permitió optimizar los espacios físicos para hacerlos funcionales y seguros para la comunidad, son algunas de las acciones que el Magistrado Guerra puso en marcha desde que tomo las riendas del Poder Judicial.
Impulsó la remodelación de las instalaciones de los reclusorios Norte, Oriente y Sur, así como la integración de la Sala Constitucional para cumplir el objetivo de resolver controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad.
De igual forma, como presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia, la Conatrib, fue un aliado en la propuesta e integración del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, campo en donde ahora tiene un gran reto de lograr que la Federción le otorgue el presupusto que solicitó, que es de aproximadamente 56 mmdp, mismos que serán necearioas para una correcta implementación del Código a niveles locales.
