MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
En el marco de la celebración del Día Mundial de la Hepatitis este 28 de julio, la directora del ECDC, Andrea Ammon, ha subrayado que "el impacto de medidas de prevención eficaces, como la vacunación contra la hepatitis B, ha permitido reducir la transmisión de enfermedades relacionadas con la hepatitis B y C a lo largo de los años".
Sin embargo, según indica Ammon, "la carga de las infecciones crónicas por hepatitis B y C en la Unión Europea/Espacio Económico Europeo sigue siendo considerable, ya que una gran proporción de las personas que viven con la enfermedad siguen sin estar diagnosticadas y, en consecuencia, no reciben el tratamiento y la atención que necesitan".
En todo el mundo, la hepatitis B y la hepatitis C causan 1,1 millones de muertes y 3 millones de nuevas infecciones cada año, mientras que en la UE/EEE hay aproximadamente 6 millones de personas que viven con infección crónica por hepatitis B y C.
Los datos actuales sugieren que en la UE/EEE se ha producido un descenso constante del número de nuevas transmisiones de hepatitis B en todos los países debido a la implantación efectiva de la vacunación contra la hepatitis B.
En el caso de la hepatitis C, algunos países también han notificado un descenso en el número de nuevas transmisiones debido al impacto de las medidas de prevención primaria. Sin embargo, este no es el caso de algunos grupos de población clave, como los usuarios de drogas inyectables, que se ven afectados de forma desproporcionada por la hepatitis C y que a menudo se enfrentan a obstáculos y lagunas en los servicios que es necesario abordar.
En este sentido, el ECDC ha desarrollado un sistema de seguimiento que recoge datos para evaluar los avances en los países de la UE/EEE hacia los objetivos de eliminación de la hepatitis esbozados en el Plan de Acción Europeo para la hepatitis de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los datos del ECDC de 2021 sugieren la existencia de importantes lagunas en el diagnóstico y tratamiento de las hepatitis B y C. No obstante, existen pruebas preocupantes de que algunas personas son diagnosticadas demasiado tarde y ya padecen cirrosis o carcinoma hepatocelular en el momento de su diagnóstico.
El ECDC también publicó a finales de 2022 un informe sobre el progreso hacia los objetivos de eliminación relacionados con la prevención de la hepatitis, en el que se destacaba que, para algunos de los objetivos, los países están lejos de alcanzar los objetivos del Plan de Acción Europeo de la OMS para la hepatitis de 2020.
En general, los datos hasta 2022 indican que "aún queda mucho trabajo por hacer para alcanzar los objetivos de eliminar la hepatitis vírica para 2030 y reforzar los programas de prevención y control de la hepatitis".
MEDIDAS PARA ELIMINAR LA HEPATITIS VÍRICA DE AQUÍ A 2030
El ECDC ha propuesto una serie de medidas para eliminar la hepatitis vírica en los próximos años. Entre ellas, considera que los países deben identificar a las personas que podrían estar infectadas por hepatitis vírica sin saberlo mediante un mayor número de pruebas.
En este sentido, señala que es especialmente importante que las personas con mayor riesgo de contraer hepatitis tengan fácil acceso a las pruebas, por ejemplo, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres o las personas que se inyectan drogas. Las personas a las que se diagnostica una infección también deben tener acceso a la atención sanitaria.
Además, el ECDC cree que es necesario ampliar los programas de tratamiento en toda Europa y la cobertura de las prácticas de prevención y control para interrumpir las cadenas de transmisión existentes y reducir la morbilidad y mortalidad asociadas.
Asimismo, sugiere que los países deben seguir mejorando sus sistemas de información para conocer la carga nacional de hepatitis vírica y poder hacer un seguimiento de los avances hacia el objetivo de eliminación.
SITUACIÓN MUNDIAL
La OMS ha desarrollado estrategias mundiales del sector sanitario sobre el VIH, las hepatitis víricas y las infecciones de transmisión sexual para el periodo 2022-2030 con el objetivo de acabar con el sida, las hepatitis víricas B y C y las infecciones de transmisión sexual para 2030.
Estas estrategias recomiendan acciones locales integradas y específicas para cada enfermedad apoyadas por acciones de la OMS y organizaciones asociadas. Las estrategias hacen hincapié en la necesidad de que las acciones se centren en las personas más afectadas y en riesgo de contraer cada enfermedad y aborden las desigualdades.