MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
En su comparecencia durante la cumbre Rusia-África celebrada en San Petersburgo, Traoré ha declarado que su país "siente a Rusia como una familia" en virtud "de la historia compartida en la lucha contra el Nazismo" y frente a los restos de la política colonial que todavía pervive en el continente.
Burkina Faso, gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de enero de 2022 contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, ha experimentado un aumento de la inseguridad desde 2015. La junta está ahora encabezada por Traoré, quien protagonizó en septiembre una asonada que fue considerada un 'golpe palaciego' contra el hasta entonces líder, Paul-Henri Sandaogo Damiba.
Los continuos ataques en el país, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a 'voluntarios' para reforzar las operaciones antiterroristas.
Los llamados Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP) han sido acusados por organizaciones civiles del país africano como responsables de la comisión de matanzas como la ocurrida en marzo de este año en la comunidad de Rollo, en el centro norte del país, que se saldó con una veintena de civiles muertos.
En respuesta, Traoré asegura que estos voluntarios son objeto de una campaña de desprestigio por parte del "imperialismo". "Nos sorprende que les describan como 'milicias' de cualquier tipo porque, en Europa, a la gente que defiende a su tierra se les llama patriotas", según hizo saber durante su discurso, recogido por Burkina24.
"Cuando los pueblos decidimos defendernos, nos llaman milicias. Pero ese no es el problema. El problema es que hay jefes de Estado africanos cantando las mismas canciones que los imperialistas, llamándonos milicianos, tratándonos como hombres que no respetan los derechos humanos", lamentó Traoré.
"Los jefes de Estado africanos debemos dejar de comportarnos como marionetas que bailan cada vez que los imperialistas mueven los hilos", ha zanjado el capitán, quien ha dado por terminados con su mandato "más de ocho años de la forma de manifestación más bárbara, más violenta del neocolonialismo, del imperialismo, y de la esclavitud que tiende a imponernos".