AUCKLAND, Nueva Zelanda (AP) — El poste salvó a Estados Unidos de la eliminación en la Copa Mundial de fútbol femenino.
Ana Capeta acarició el gol para Portugal en los descuentos pero su remate se estrelló contra el palo izquierdo y Estados Unidos escapó el martes con un insípido empate 0-0 que le bastó — con lo justo — para clasificarse a los octavos de final.
Estados Unidos apenas ganó un partido en la fase de grupos, algo inédito en los mundiales. Firmaron cuatro goles en tres partidos. Con el 0-0 ante las portuguesas, Estados Unidos acabó en el segundo lugar del Grupo E, por detrás de Holanda, y les tocará viajar a Melbourne, Australia, para disputar el domingo su duelo de octavos.
“Debimos haber anotado un gol y no lo hicimos. Asumimos nuestra responsabilidad", dijo la delantera estadounidense Alex Morgan. “No estamos contentas con el partido que hemos hecho. Pero seguimos adelante”.
Las estadounidenses, la selección más exitosa en la historia de los mundiales con cuatro títulos, nunca han sido eliminadas en la ronda de grupos. Pero lucieron frágiles ante las portugueses, debutantes absolutas en el Mundial.
“Desde luego que queremos jugar de manera rutilante y anotar muchos goles, cosas que no hicimos. Sabemos que podemos ser mejores y tendremos que mejorar bastante de ahora en adelante”, dijo Megan Rapinoe, quien ingresó en el segundo tiempo como suplente. “Al final de cuenta estamos en la siguiente ronda”.
Las estadounidenses, vigentes bicampeonas mundiales, intentan lograr una hazaña inédita: levantar la tercera Copa Mundial consecutiva.
Las portuguesas acabaron desconsoladas en la cancha tras quedar tan cerca de sorprender a Estados Unidos. El remate de Capeta, en el segundo minuto del tiempo añadido, parecía un gol cantado. El cuerpo técnico al costado de la cancha saltó de alegría al anticipar que la pelota acabaría en el fondo de la red.
“Realmente creía que era gol en ese momento y pensaba qué le iba a instruir a mis jugadores si nos poníamos 1-0”, dijo el seleccionado luso Francisco Neto. “Le he dicho a las chicas que estoy muy orgulloso. Están tristes porque teníamos grandes expectativas”.
La atacante Lynn Williams, de titular con Estados Unidos por primera vez en el torneo, tuvo quizás la mejor ocasión con un cabezazo a los 14 minutos que la arquera portuguesa Inés Pereira supo controlar.
Aunque dominó la tenencia del balón y atacó más, Estados Unidos adoleció de ingenio y pericia frente el arco rival.
Rose Lavelle recibió una tarjeta amarilla a los 38 minutos, su segunda en la fase de grupos, y la volante se perderá el partido de octavos.
La frustración de los hinchas estadounidenses en el Eden Park fue palpable al descanso, con abucheos al equipo en la caminata hacia el túnel. Al comienzo de la segunda parte, una alarma de incendio retumbó en el estadio, pero resultó ser un fallo de un aspersor.
El destino de las estadounidenses dependía también del resultado del partido entre Holanda y Vietnam que se disputaba simultáneamente en Dunedin. Holanda aplastó 7-0 a Vietnam para terminar primera en la llave.
Estados Unidos volvió a llevar el peligro a la meta rival a los 57 minutos gracias a una falta, pero el remate de cabeza de Morgan salió muy por encima del larguero.
La energía de Rapinoe cuando saltó al campo en la segunda mitad no bastó para motivar a una apático equipo.
“Nos falta ser un poco más implacables frente al arco", dijo Lavelle. “Creo que generamos ocasiones, pero nos falta esa pizca de ser implacables para liquidar”.