PUERTO PRÍNCIPE (AP) — Los esfuerzos por ayudar a los haitianos a sobrevivir la violencia pandillera que azota a su país sufrieron un duro golpe con el secuestro de una enfermera estadounidense y su hija, que el martes seguían desaparecidas.
Unos 200 haitianos marcharon en la capital Puerto Príncipe para protestar por el secuestro ocurrido el jueves de Alix Dorsainvil, de Nueva Hampshire y quien trabajaba para la organización benéfica cristiana El Roi Haiti, y su hija. Alix Dorsainvil es esposa del fundador de El Roi Haiti, Sandro Dorsainvil.
Las ONG con frecuencia son las únicas instituciones en funcionamiento en las anárquicas regiones de Haití, donde la violencia ha obligado a muchas de ellas a cerrar y salir, dejando a miles de personas sin acceso a educación o atención médica.
Médicos sin Fronteras anunció este mes que suspendía servicios en uno de sus hospitales porque una veintena de hombres armados irrumpieron en el quirófano y se llevaron al paciente.
Testigos relataron a The Associated Press que Alix Dorsainvil estaba trabajando en la pequeña clínica hecha de ladrillos la semana pasada cuando hombres armados irrumpieron y se la llevaron. Lormina Louima, quien estaba esperando su cita médica, dijo que un hombre sacó su pistola y le dijo que se quedara tranquila.
“Cuando vi la pistola, me asusté mucho”, contó Louima. “Dije, ‘yo no quiero ver esto, déjeme ir’”.
Miembros de la comunidad dijeron que los secuestradores pidieron 1 millón de dólares en rescate, práctica común entre las pandillas que están sembrando el terror entre la población haitiana. Han ocurrido cientos de secuestros en el país solo en lo que va de año, según cifras de la agrupación local sin fines de lucro Center for Analysis and Research in Human Rights.
El mismo día en que Dorsainvil y su hija fueron secuestradas, Estados Unidos hizo un llamado a sus ciudadanos a no visitar Haití y que salgan país todos los trabajadores no esenciales, debido a la proliferación de los secuestros.
Las pandillas en Haití se han vuelto más poderosas desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021, y se estima que hoy en día controlan un 80% de la capital. El aumento de asesinatos, violaciones y secuestros ha generado un alzamiento violento de grupos de autodefensa.
El sábado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Kenia anunció que había ofrecido 1.000 policías para ayudar a entrenar y asistir a la Policía Nacional Haitiana para “restaurar la normalidad en el país y proteger instalaciones estratégicas”.
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Contribuyeron a esta nota los corresponsales Megan Janetsky en Ciudad de México y Pierre Richard Luxama en Puerto Príncipe.