QUITO (AP) — Durante una inspección en la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más peligrosa de Ecuador, alrededor de 3.000 policías y militares hallaron el jueves, además de armas y municiones, una piscina con peces, granjas de pollos y patos y 15 perros.
Así le indicó a The Associated Press un oficial militar que pidió no ser identificado debido a que no estaba autorizado a dar esa información hasta que sus jefes la hagan pública.
En vídeos y fotografías difundidas por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas se observa a uniformados revisando las instalaciones mientras los presos permanecen en el suelo sentados o acostados, con las manos en la cabeza. El centro carcelario se encuentra en la ciudad portuaria de Guayaquil, 270 kilómetros al suroeste de la capital.
En un comunicado, esa institución aseguró que también se encontraron 740 balas, 139 celulares, seis radios de comunicación, más de 23 kilos de drogas y cerca de 2.300 dólares en efectivo.
La requisa se produjo en medio de un estado de excepción por 60 días que rige en todas las cárceles del país, lo que ha facilitado la acción conjunta de militares y policías en el interior de esos centros.
La última masacre en la Penitenciaría del Litoral se produjo entre el 22 y el 23 de julio cuando enfrentamientos entre reclusos armados con fusiles, metralletas, pistolas y otras armas, entre ellas un lanzagranadas, dejaron un saldo de 31 fallecidos y 14 heridos y la retención de más de 100 custodios penitenciarios, de acuerdo con un informe de la fiscalía.
Desde entonces las autoridades han inspeccionado el lugar al menos dos veces, la última la semana pasada, y hallaron escondidos dentro de huecos en las paredes de las celdas, hábilmente cubiertos con cemento, armas de todo tipo, miles de balas y decenas de granadas.
Hace casi dos años en el mismo lugar un brutal enfrentamiento entre presos de diferentes pabellones dejó 119 fallecidos, en medio de una batalla con armas de corto y largo alcance y cortopunzantes.
Hace un mes, en otra cárcel, en la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, a 180 kilómetros al suroeste de la capital, las autoridades hallaron en una inspección dos cerdos grandes que los reclusos estaban engordando al interior de la cárcel Bellavista, en una jaula de hierro.
La Penitenciaría del Litoral está ubicada dentro de un complejo de prisiones en Guayaquil y tiene una capacidad para 9.500 reclusos, aunque hasta el primer trimestre de este año sobrepasaba ese número por casi 3.000 reos.
El gobierno del presidente Guillermo Lasso, que comenzó su mandato en mayo de 2021, ha atribuido la violencia que azota las cárceles y a casi todo el país a la disputa entre bandas criminales por el poder y control de las rutas locales e internacionales para el tráfico de drogas.
En 2021 Lasso creó una Comisión de Pacificación para las cárceles con delegados nacionales y extranjeros con la que se buscaba poner fin a los enfrentamientos y la entrega de armas por parte de las bandas, algo que nunca ocurrió.
Al fracasado intento le sucedieron nuevas masacres en las cárceles, que suman más de 400 presos asesinados desde ese año.