AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) — Los agentes de la policía estatal de Texas separaron a familias migrantes en la frontera con México, detuvieron a los padres de familia bajo cargos de invasión de propiedad privada y entregaron a las madres y a los niños a agentes federales, informó el jueves el Departamento de Seguridad Pública del estado.
Las separaciones de familias migrantes suponen un cambio respecto a las declaraciones anteriores de los jefes de la policía estatal de Texas, quienes dijeron que las familias debían permanecer juntas y ser remitidas a agentes federales. Hearst Newspapers, que informó por primera vez del cambio, dijo que las familias fueron separadas el mes pasado en Eagle Pass, una ciudad fronteriza de unos 30.000 habitantes al oeste de San Antonio.
Travis Considine, portavoz del Departamento de Seguridad Pública, dijo en un comunicado que los niños nunca han sido separados de sus madres, pero “ha habido casos en los que el departamento ha detenido a migrantes varones por cargos estatales que estaban con su familia cuando ocurrió el presunto delito".
La oficina del gobernador Greg Abbott refirió las preguntas a los funcionarios del Departamento de Seguridad Pública, que no respondieron solicitudes de comentarios adicionales, como cuántas familias han sido separadas, cuándo empezaron a separar a las familias y a dónde llevan a los hombres detenidos.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo el jueves que los reportes de las separaciones de familias eran inquietantes y debían ser investigados. "La gestión de nuestra frontera de una manera segura y humana funciona mejor cuando todos trabajamos juntos para respetar la dignidad de cada ser humano y mantener nuestras comunidades seguras”, dijo el departamento.
Kristin Etter, abogada de Texas RioGrande Legal Aid, dijo a Hearst Newspapers que sabía de 26 familias que habían sido separadas por agentes de Texas, y señaló que la medida era “nada menos que separación familiar patrocinada por el estado”. Texas RioGrande Legal Aid no respondió de momento a solicitudes de comentarios.
La nueva medida implementada por Texas en la frontera sin coordinarse con el gobierno federal provocó críticas generalizadas de los defensores de la inmigración y algunas comparaciones con las separaciones de familias realizadas durante la presidencia de Donald Trump, aunque son notablemente diferentes. El gobierno de Trump separó a miles de niños de todos los padres que estaban con ellos, los asignó a refugios y pasó muchos problemas para reunirlos con sus familias.
Hace unos meses, los legisladores de Texas intentaron aprobar leyes migratorias, incluida una que establecía la creación de una fuerza policial fronteriza estatal y mayores penas por invasión de propiedad privada. Esos intentos fracasaron, pero el Congreso estatal, controlado por los republicanos, asignó más de 5.000 millones de dólares en fondos para la seguridad fronteriza y otorgó a los agentes federales de inmigración facultades para realizar detenciones en virtud de las leyes de Texas.
Los nuevos fondos se aprobaron luego del operativo de vigilancia fronteriza de 4.000 millones de dólares de Abbott, conocido como Operación Estrella Solitaria, que desde 2021 ha incluido el envío de policías y militares de Texas para vigilar la frontera, la colocación de alambre de púas en la frontera y el traslado de migrantes a ciudades gobernadas por demócratas.
Recientemente, Abbott instaló boyas del tamaño de una bola de demolición en el río Bravo (Grande) en un tramo adyacente a la región de Eagle Pass, lo que llevó al Departamento de Justicia federal a demandar a Texas para que retirara la barrera flotante, la cual tiene unos 305 metros (1.000 pies) de largo.
El jueves, las autoridades mexicanas recuperaron dos cadáveres en el río Bravo, cerca de la frontera con Eagle Pass, y uno de ellos estaba cerca de la barrera flotante.
El mes pasado, las operaciones de seguridad fronteriza de Abbott suscitaron críticas de la Casa Blanca, de legisladores estatales y de defensores de derechos de los migrantes luego de que un policía estatal relató que algunos migrantes habían resultado heridos por el alambre de púas y que los agentes estatales les negaron agua.