PANAMÁ (AP) — Las autoridades de migración advirtieron el viernes que la crisis de migrantes que cruzan por la jungla de Darién en la frontera con Colombia ha empeorado y lamentó que el vecino país no haya “encontrado una forma de ayudar a la región” para controlar el flujo irregular.
La situación, “en vez de mejorar, ha empeorado pese a las negociaciones con Colombia", declaró la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, a periodistas. "No se ha llegado a acuerdo, no se ha compartido información ni ha habido gestiones que pudieran ayudar a Panamá a manejar el flujo irregular, que se ha incrementado considerablemente en los últimos días”, dijo la funcionaria.
Han llegado al Darién entre 2.600 y 2.800 migrantes por día y si el lunes Panamá reportaba que habían atravesado la jungla 248.901 personas, superando en lo que va de año las cifras de todo el 2022, el viernes ya llegaban a 260.000 migrantes, según Gozaine.
Son 10.000 personas más que el registro ya histórico del año pasado, pese a las iniciativas lanzadas en los últimos meses por varios países para detener ese peligroso flujo irregular.
“Siguen enviando indiscriminadamente, no solamente el personal de flujo de otros países, sino también ciudadanos colombianos", resaltó. "Hemos estado deportando la mayoría de ellos con antecedentes criminales", agregó la funcionaria.
En abril, Colombia, Panamá y Estados Unidos —aliados en el tema de seguridad, como países de tránsito o destino de los migrantes— anunciaron una campaña conjunta para enfrentar las redes de tráfico ilegal de personas que operan en la porosa frontera colombo-panameña en un intento de acabar con el flujo migratorio en 60 días.
Más de un mes y medio después, Panamá lanzó un operativo con más de un millar de agentes de seguridad, migración y personal judicial en el Darién, pero el tránsito no se detuvo.
El paso de migrantes por el Darién lleva más de dos décadas, pero el fenómeno se disparó en los últimos años. La funcionaria destacó que el país panameño ha invertido millones de dólares para ofrecer ayuda humanitaria a más de 600.000 migrantes que han pasado por el país en los últimos cuatro años.
Gozaine aseguró que la migración irregular es un tema humanitario pero también de seguridad, por eso “Panamá ha mantenido una migración ordenada y segura a todos los migrantes que han cruzado por su territorio hacia Norte América”.