CLEVELAND (AP) — Tim Anderson no fue incluido en la alineación titular de los Medias Blancas el domingo, mientras que José Ramírez fue titular con los Guardianes a la espera que las Grandes Ligas definan las sanciones por una desmedida trifulca en el juego.
Anderson y Ramírez intercambiaron golpes en la segunda semana, con el estelar tercera base dominicano de Cleveland derribando al campocorto de Chicago con un volado de derecha al mentón. Anderson quedó aturdido por el impacto.
Ambos peloteros fueron expulsados, así como el mánager de Cleveland Terry Francona, el coach de tercera base Mike Sarbaugh, el cerrador dominicano Emmanuel Clase y el mánager de Chicago Pedro Grifol.
Previo al partido del domingo, Grifol señaló que Anderson no estaba lesionado y que de antemano se había decidido darle descanso al infielder de 30 años. Chicago también dio descanso a Andrew Benintendi y Andrew Vaughn.
“Se encuentran bien”, dijo Grifol sobre Anderson. “Iba a tener el día libre, al igual que Bennie y Vaughn. Quizás no lo van a creer, pero así es".
Grifol declinó entrar en detalles sobre el altercado y las posibles penalizaciones. También evitó referirse a las acciones de Anderson.
“No entraré en eso”, dijo. “He charlado con Tim, pero no voy hablar nada sobre lo ocurrido anoche. Que MLB se encargo de todo eso, pero no voy a hablar sobre la pelea”.
Francona no habló con la prensa previo al juego.
Por ser fin de semana y un juego dominical pautado para comenzar a las 12:05 de la tarde, MLB seguía analizando el altercado. Hicieron falta 15 minutos para que los umpires pudieran restablecer el orden.
La pelea Anderson-Ramírez comenzó muy inocentemente.
Cuando Ramírez se deslizó de cabeza de cabeza en la segunda base, con un doblete productor. Anderson se paró encima de Ramírez, quien quedó entre las piernas del torpedero.
Ramírez explicó después que consideró que el toque de Anderson con el guante fue demasiado brusco y que el astro de Chicago le faltaba el respeto al juego.
Anderson mantuvo su guante sobre la espalda del quisqueyano, quien se levantó, señaló con un dedo a la cara de Anderson y le gritó algo.
Ambos se pusieron en guardia para pelear a puñetazos. Anderson soltó el guante y lanzó el primer golpe. La pelea comenzó y vino el impacto al rostro del pelotero de Chicago, que cayó de espaldas. Vino después una larga pelea, de las peores que se hayan visto en las Grandes Ligas durante los años recientes.
“Yo sentí que le di uno”, dijo Ramírez. “Yo entiendo que él no está respetando el juego. No desde ayer, sino que viene haciendo eso desde hace tiempo y se le ha hablado. Yo mismo le he hablado, le he dicho a él que no puede hacer eso, porque puede lesionar a un muchacho... Lo que él hizo no está bien, me pegó muy fuerte se lo corregí y me invitó a pelear. Si me invitó a pelear tenía que ejecutar”.
Mientras, los peloteros en ambas cuevas y bullpens corrieronn hacia el terreno del Progressive Field. Sarbaugh y Clase fueron los protagonistas de los altercados posteriores durante la interrupción.
Algunos coaches de los Medias Blancas se llevaron por la fuerza a Anderson, quien sin embargo regresó desde el clubhouse minutos después. Su compañero Andrew Vaughn lo cargó para llevárselo escaleras abajo después del último enfrentamiento.
Después del puñetazo que lo derribó, Anderson enfureció y trató a toda costa de acercarse de nuevo a Ramírez, el antesalista estelar de Cleveland. Varios jugadores de Chicago trataron de detenerlo.
“No es algo divertido, pero los chicos son los chicos”, dijo Francona.
Los Medias Blancas ganaban por 5-1 cuando sobrevino la trifulca. Se impusieron por 7-4.
Es casi seguro que Ramírez y Anderson serán suspendidos. El mismo destino esperaría a otros participantes en la pelea.