Desde hace casi un mes de manera cotidiana, en Chilpancingo, han atacado a choferes del transporte público y los han asesinado; esto ha tenido repercusiones: la parálisis de la ciudad, porque la mayoría de sus habitantes depende de las camionetas Urvan colectivas y de los taxis.
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El martes fue el segundo día consecutivo que el servicio del transporte público se suspendió en un 80 por ciento, porque el lunes atacaron a balazos y asesinaron a tres choferes de la ruta Los Ángeles-Mercado, al oriente de la capital.
Ninguna ruta para esa parte de la ciudad se observó que transitara durante el día, porque, además, la ciudad se vació. Los ataques a los transportistas también provoca miedo y sicosis en la población, ya que incluye la quema de unidades. El lunes quemaron la unidad 44 de la ruta Los Ángeles-Mercado.
No es la primera vez que ocurren hechos similares, de hecho comenzaron desde el 8 de julio pasado cuando mataron, casi de forma simultánea a cinco taxistas en Chilpancingo y Tixtla.
Desde entonces la movilidad en la ciudad y para llegar a ella ha disminuido. Desde hace semanas las rutas foráneas cancelaron actividades.
Las rutas afectadas
Una de ellas es la que va hacia Tlacotepec, cabecera de Heliodoro Castillo, la Sierra de la zona Centro. Permanecen cerradas desde que el 10 de julio pasado hombres armados atacaron la base, ubicado en la colonia Morelos de la ciudad, donde hirieron a choferes y usuarios.
Otra es la de la ruta hacia Tierra Colorada, cabecera de Juan R Escudero. Ahí hace unos días en la colonia Ruffo Figueroa de Chilpancingo fue incendiado un taxi.
Tampoco funcionan con regularidad hacia el corredor del Circuito Azul, zona donde tienen presencia miembros del grupo criminal de Los Ardillos.
Las acciones que anteceden y suceden a los ataques del 8 de julio en Chilpancingo contra los transportistas fueron atribuidas por el gobierno federal a Los Ardillos.
Los Tlacos, grupo rival, responde a ataques de Los Ardillos
Ahora, con el ataque a los transportistas de la ruta Mercado-Los Ángeles, el grupo criminal rival contestó.
El lunes por la noche aparecieron un par de lonas en puentes peatonales ubicados al norte de la ciudad, firmadas por el grupo criminal Los Tlacos, donde mencionaron que esperaran a que las autoridades expulsaran a Los Ardillos de Chilpancingo, de lo contrario ellos “van a comenzar a actuar”.
Además, “por cada carro que nos quemen serán 10 de ustedes”, se leía en las lonas que minutos después fueron retiradas por agentes policiacos.
Con esto dejaron claro que en el ataque a transportistas están grupos criminales sin que las autoridades actúen y los que quedan en medio son los trabajadores del volante.
Un chofer del transporte público contó que sus líderes tuvieron una reunión con integrantes de la Comisión Técnica de Transporte y Vialidad, la Secretaría General de Gobierno y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para abordar el tema del transporte en Chilpancingo.
Ahí decidieron que sólo 20 por ciento de unidades laborarían mientras no les garantizaran la seguridad y la parálisis de movilidad en la capital guerrerense aún no se resuelve.
