KUALA LUMPUR, Malasia (AP) — Todos los productos de Swatch que contengan elementos LGBTQ -incluidos relojes, envoltorios y cajas- quedaron prohibidos en Malasia, según anunció el gobierno el jueves, y cualquiera que posea uno podría ser condenado hasta a tres años de prisión.
La norma se publicó en la Gaceta Federal, lo que la convertía en oficia, dentro de una ley de prensa que incluye la distribución y posesión de material, con el argumento de que esos productos son perjudiciales para la moral del país.
Malasia, un país de mayoría musulmana, ya penaliza las relaciones entre personas del mismo sexo, con castigos que van desde bastonazos contemplados por las leyes islámicas a 20 años de cárcel por sodomía, como indicaban las leyes civiles de la era colonial.
Las autoridades allanaron en mayo las tiendas de Swatch y confiscaron más de 160 relojes de su Colección Orgullo. Algunos de los relojes tienen los colores del arcoíris, mientras que otros ofrecen una gama de seis colores por separado que forman la bandera del orgullo, con dos trabillas arcoíris en la correa.
Swatch respondió a las acusaciones de que los relojes fueran dañinos y dijo que transmitían un mensaje de paz y amor. La compañía relojera suiza ha demandado al gobierno por daños y reclamado la devolución de los relojes.
El comunicado del Ministerio del Interior dijo que los productos son “perjudiciales, o posiblemente perjudiciales, para la moral, el interés público y el interés nacional al fomentar, apoyar y normalizar el movimiento LGBTQ, que no es aceptado por el público general”.
Cualquier persona a la que se descubra en posesión de esos productos enfrentará hasta tres años de cárcel o una multa de hasta 200.000 ringgit (4.375 dólares), advirtió.
El gobierno cerró antes de lo previsto un festival musical en Kuala Lumpur el pasado julio después de que el cantante principal de la banda británica The 1975 besara a un compañero de la banda durante su actuación en protestas por las leyes contra la homosexualidad del país. Las imágenes del beso se compartieron en medios sociales y provocaron indignación en el país. Malasia también vetó al grupo. La banda canceló después sus conciertos en Yakarta y Taipéi.