VARSOVIA, Polonia (AP) — Polonia tiene la intención de desplegar 10.000 soldados a lo largo de su frontera con Bielorrusia, declaró el jueves el ministro de Defensa del país, mientras Varsovia se preocupa por la presencia de mercenarios vinculados a Rusia en Bielorrusia y de inmigrantes que intentan cruzar la frontera sin autorización legal.
Por otra parte, el ejército polaco anunció que estaba buscando en una zona cercana a la frontera con Bielorrusia una espoleta perdida de un misil, pero que no suponía ninguna amenaza porque “el detonador tiene protecciones incorporadas”. La espoleta se perdió durante “intensas actividades con equipos especializados para garantizar la seguridad”, señalaron los militares.
“El martes, tras finalizar los vuelos de combate, en uno de los helicópteros que realizaban una patrulla en la zona fronteriza se descubrió que uno de los misiles no tenía espoleta. El vuelo se llevó a cabo a lo largo de la franja fronteriza y no tuvo lugar sobre zonas urbanizadas”, de acuerdo con las fuerzas militares en un comunicado, haciendo un llamado a los residentes para alertar a la policía si veían el elemento que faltaba.
El ministro de Defensa, Mariusz Blaszczak, dijo que finalmente se desplegarán 10.000 soldados en la zona fronteriza. Hizo el anuncio en una entrevista en la radio estatal un día después que otro funcionario reveló que Polonia enviará 2.000 soldados más a la frontera en las próximas dos semanas, duplicando así su presencia militar en la zona.
Los soldados se desplegarán para reforzar la labor de la policía y de los agentes de la Guardia Fronteriza.
Desde hace dos años, Polonia se enfrenta a la llegada de inmigrantes procedentes de Bielorrusia que intentan entrar ilegalmente en el país. El gobierno de Polonia y otros países del flanco oriental de la OTAN han acusado al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, aliado de Rusia, de abrir la ruta migratoria en un acto de “guerra híbrida” destinado a crear inestabilidad en Occidente.
Polonia también está preocupada por la presencia de combatientes del grupo Wagner que se desplegaron en Bielorrusia tras un breve motín en Rusia en junio. La inquietud aumentó aún más la semana pasada, cuando dos helicópteros militares bielorrusos entraron brevemente en el espacio aéreo polaco, algo que Varsovia consideró una provocación deliberada.
Con las elecciones parlamentarias polacas previstas para el 15 de octubre, el partido conservador en el poder, Ley y Justicia, ha intentado demostrar que se toma en serio la seguridad en su búsqueda de un tercer mandato sin precedentes.
Un funcionario de la OTAN declaró a principios de esta semana, cuando Bielorrusia iniciaba ejercicios de entrenamiento militar cerca de su frontera con Polonia, que la alianza militar occidental estaba vigilando la situación en Bielorrusia, pero que no veía una amenaza inmediata.
“La OTAN ha aumentado significativamente su presencia defensiva en la parte oriental de la alianza en respuesta a las acciones agresivas de Rusia y seguimos haciendo lo necesario para disuadir cualquier amenaza y proteger cada centímetro de territorio aliado”, dijo el lunes la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu.
“No vemos ninguna amenaza militar directa o inminente planteada por los mercenarios de Wagner a nuestros aliados, pero permanecemos atentos”, añadió Lungescu.
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La periodista de The Associated Press Lorne Cook en Bruselas contribuyó a este despacho.