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Arévalo se autoproclama ganador de la segunda ronda presidencial en Guatemala

Bernardo Arévalo, candidato presidencial por el Movimiento Semilla, habla en su acto de cierre de campaña en la plaza de la Constitución, el miércoles 16 de agosto de 2023, en la Ciudad de Guatemala. (AP Foto/Moisés Castillo) (Moises Castillo/AP)

CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — El progresista Bernardo Arévalo se autoproclamó el domingo ganador de la segunda vuelta presidencial de Guatemala tras lograr una amplia ventaja sobre su oponente de derecha Sandra Torres y prometió combatir la corrupción que se ha extendido a varios sectores políticos y económicos.

Con el 99,89% de los votos escrutados, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó en su página de internet que el candidato del Movimiento Semilla lideraba el conteo con 58,04% frente al 37,20% de Torres de Unión por la Esperanza (UNE), según los resultados preliminares.

“Aceptamos con humildad esta victoria que nos ha dado el pueblo... oficialmente el TSE con el 93% de las actas escrutadas nos ha reconocido el resultado”, dijo Arévalo en una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado de su compañera de fórmula, Karin Herrera.

Agregó que “ahora, unidos como pueblo de Guatemala, lucharemos contra la corrupción”.

Horas antes la jueza del TSE Blanca Alfaro había adelantado que “podemos decir que don Bernardo (Arévalo) es el virtual ganador” y pidió “un diálogo nacional” y un “gobierno dentro del respeto a los derechos humanos”.

En una publicación en la red social X, antes llamada Twitter, el presidente saliente Alejandro Giammattei felicitó a los guatemaltecos por unas elecciones “en paz, con pocos incidentes aislados" y agregó: “Felicito también a @BArevalodeLeon y extiendo la invitación para iniciar la #TransiciónGT ordenada”.

Arévalo adelantó que se reunirá con Giammattei al día siguiente de que se oficialicen los resultados de la elección y que en los próximos días dará a conocer a los integrantes de su gabinete de ministros.

En las afueras del hotel donde ofreció su conferencia de prensa cientos de simpatizantes con banderas de Guatemala coreaban “Sí, se pudo”.

Quien también felicitó a Arévalo fue el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien sostuvo en X “saludamos al pueblo y @GuatemalaGob x una jornada electoral ejemplar, una verdadera fiesta cívica. Felicitamos al Pdte electo @BArevalodeLeon” y agregó que “estamos a disposición para trabajar junto a su gobierno x Democracia, DDHH, Seguridad y Desarrollo”.

Torres y Arévalo presentaban visiones distintas de lo que la sociedad guatemalteca necesita. Arévalo -de 64 años, diputado al Congreso, sociólogo e hijo del expresidente progresista Juan José Arévalo (1945-1951)- prometió combatir la corrupción e impunidad que invade el país. Mientras Torres, de 67 años, apeló a los valores conservadores y religiosos y también ofreció ayuda social y reducción en los precios de la canasta básica.

Sin embargo, es poco probable que estas cifras marquen el fin de los comicios, pues se necesitaron más de dos semanas para que se certificaran los resultados oficiales de la primera ronda del 25 de junio. Los partidos perdedores lograron que los tribunales intervinieran y ordenaran una segunda revisión del recuento de votos. Cuando las autoridades electorales finalmente estuvieron listas para certificar a los dos más votados que se medirían en el balotaje, la Fiscalía General anunció una investigación sobre las firmas que el Movimiento Semilla había reunido para registrarse como partido político.

Esa investigación continúa y los fiscales parecen estar en camino de despojar a Arévalo de su partido.

El balotaje fue una de las elecciones más observadas de los últimos tiempos debido a las dificultades y la injerencia judicial que ha sufrido el proceso y que han puesto en alerta no sólo a la ciudadanía sino también a la comunidad internacional, que ha denunciado el riesgo que corre la democracia guatemalteca.

La percepción local e internacional es que el país se encamina hacia el hundimiento institucional y que Giammattei cooptó la Fiscalía General y otros organismos para perseguir a sus detractores y así asegurar la impunidad de los acusados de corrupción.

El ganador de la segunda vuelta del domingo tendrá como desafíos enfrentar la corrupción, la violencia y la inflación.

Salvo algunas quejas y denuncias sobre acarreo de personas o entrega de víveres a cambio de votos por parte de partidarios de Torres, la jornada transcurrió sin mayores incidentes. La fiscalía confirmó que se recibieron 17 denuncias por diversos delitos electorales y que se detuvo a ocho personas por obstruir centros de votación o hacer proselitismo a favor de un partido.

Según el TSE la participación superó el 45% mientras que en la primera vuelta había sido de 60,5%.

El politólogo Renzo Rosal explicó que “la parte clave será después del cierre y podremos confirmar si hay una ola de impugnaciones como se había denunciado (por parte de fiscales del partido de Torres), si el perdedor acepta y reconoce los resultados y el TSE va a dar en corto tiempo el resultado y se logra oficializar”.

Arévalo sufragó temprano en medio de aplausos y vítores de seguidores. “Todo el mundo vaya a votar, vamos a votar temprano, vamos a votar con alegría, con tranquilidad. Es el momento, es una fiesta cívica”, expresó. Torres -ex esposa del fallecido expresidente Álvaro Colom (2008-2012)- también votó temprano, pero no hizo declaraciones.

Erick Ruiz, un analista de datos de 29 años, fue con su madre a votar a un centro en la zona 21, un área periférica de la ciudad. “Creo que hay poca gente votando en comparación con la primera vuelta, quizás es por todo lo que ha ocurrido en el proceso, pero votar es muy importante”, señaló.

Guatemala es el país más poblado de América Central y la economía más grande de la región pero enfrenta los mismos problemas de pobreza generalizada, corrupción y delincuencia que aquejan a otros vecinos. Sin embargo, su economía se ha mantenido relativamente estable gracias al flujo de las remesas que este año se espera que alcancen la cifra récord de 20.000 millones de dólares enviadas principalmente de Estados Unidos.

Guatemala pasó por varias transiciones democráticas luego de la guerra civil de 36 años entre 1960 y 1996. Desde entonces los guatemaltecos se han sentido cada vez más frustrados con un sistema político que parece amañado para beneficiar a unos pocos.

El gobierno de Estados Unidos suspendió la cooperación con la oficina de la Fiscal General Consuelo Porras y luego la sancionó por presunta participación en “la corrupción significativa y el socavamiento de la democracia”. El Estado de Derecho se ha venido deteriorando desde hace varios años, proceso que se aceleró en 2019 cuando el entonces presidente Jimmy Morales (2016-2020) expulsó a una exitosa misión anticorrupción respaldada por las Naciones Unidas. El esfuerzo multinacional había logrado avances contra la corrupción y empoderó a un grupo de jueces y fiscales.

Bajo el mandato de Giammattei, estos cazadores se convirtieron en cazados. La oficina de Porras amenazó con cargos a más de dos docenas de fiscales y jueces, quienes huyeron al exilio. El aumento del costo de vida, las posibilidades limitadas de empleo y el crecimiento de la delincuencia también empujaron a miles de guatemaltecos a emigrar hacia Estados Unidos en los últimos años.

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