DAKAR, Senegal (AP) — Una treintena de sobrevivientes de un intento de migración a Europa con resultados fatales se reencontraron con sus familiares en Senegal una semana después de que los hallaron a la deriva en el Atlántico frente a las islas de Cabo Verde.
Se teme que más de 60 migrantes murieron en la nave que zarpó con un centenar de personas a bordo.
Según trascendidos, la embarcación partió el 10 de julio de Senegal hacia las islas Canarias, pero jamás llegó a destino. La semana pasada, un buque pesquero español rescató a 38 personas y las llevó a Cabo Verde, de donde las transportaron a Senegal.
Funcionarios senegaleses dicen que 37 hombres, entre ellos cinco menores y un ciudadano de la vecina Guinea-Bisáu, fueron repatriados de la isla caboverdiana de Sal en un avión militar el lunes. Periodistas de The Associated Press vieron que algunos, al llegar a Dakar, eran transportados en ambulancias desde el aeropuerto. Un sobreviviente permanecía hospitalizado en Praia, la capital de Cabo Verde.
La ruta marítima de migración de África occidental a España es una de las más peligrosas del mundo, pero la cantidad de migrantes que parten de Senegal en embarcaciones precarias ha aumentado bruscamente este año. Los botes tratan de llegar a las Canarias, un archipiélago español frente a la costa noroccidental de África utilizado como escala hacia Europa continental.
En el primer semestre de 2023, casi 800 personas han muerto o desaparecido en el Atlántico al tratar de llegar a las Canarias, según la ONG española Caminando Fronteras.
El desempleo creciente, la turbulencia política, la violencia de grupos armados y el cambio climático impulsan a los migrantes de África occidental a arriesgar la vida en botes sobrecargados.
El lunes, habitantes de Fass Boye, una aldea costera de Senegal de donde eran oriundos muchos de los migrantes, hicieron el viaje de tres horas a un aeródromo militar en Dakar para recibir a los sobrevivientes.
Abdoulaye Gote Kangui se encontraba en la ciudad occidental de Touba cuando su hijo More lo llamó desde el hospital en Cabo Verde para decirle que estaba vivo.
Pero la tristeza por la pérdida de más de 60 personas desaparecidas, presuntamente muertas, ensombreció el reencuentro. Uno de ellos era Papa Sow, de 18 años, hermano adoptivo de More, que decidió sumarse al viaje a último momento.
“Es la voluntad de Dios, la aceptes o no”, dijo Kangui.