CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Tras el anuncio de su premio especial de los Latin Grammy, el compositor, productor y apasionado de la música Gustavo Santaolalla hace un repaso a su carrera y comparte sus próximos proyectos.
“La idea del artista como alguien que proporciona un servicio a la comunidad me encanta”, dijo en una entrevista reciente por videollamada desde Los Ángeles. “Y cuando pasan este tipo de reconocimientos es como una valoración a esa intención del trabajo”.
El Premio del Consejo Directivo de La Academia Latina de la Grabación, que recibirá en noviembre en una ceremonia en Sevilla, España, se otorga a quienes han realizado importantes contribuciones a la música latina durante su carrera.
“Todos los reconocimientos los aprecio muchísimo; primero tengo claro que no son a mí, sino que son a mi trabajo y lo que representa obviamente es que ese trabajo ha conectado con la gente” señaló. “Realmente quiero utilizar el don que tengo y el mucho o poco talento que tengo para afectar a la gente positivamente”.
Con trenzas canas y una barba larga y blanca, Santaolalla (Buenos Aires, 1951) recordó sus inicios en la música desde que a los cinco años tocaba la guitarra. Cuando era adolescente fundó la emblemática banda de rock argentina Arco Iris.
“Desde los 10 u 11 años sabía que quería hacer esto. Con el advenimiento de los Beatles fue como la confirmación”, dijo.
Sus padres lo apoyaron y le compraban instrumentos, pero no creían que esa sería su profesión, así que vivió un breve periodo de tensión cuando les reveló que deseaba ser músico.
“No duró mucho por suerte, porque en poco tiempo vieron que realmente era mi vocación y que aparte, por suerte, con el primer grupo que tuve, tuve mucho éxito”, dijo. “Mis padres llegaron a ver eso, sobre todo mi papá, que lo perdí de muy joven. Pero mi papá llegó a ver eso, me vio tocar en la cancha del River, fuimos el primer grupo que tocó en la cancha del River. Y mi madre vio todo, los Óscar”.
Esos Óscar llegaron en años consecutivos, en 2006 y 2007, por la música original de “Brokeback Mountain” (“Secreto en la montaña”), de Ang Lee, y “Babel”, del director mexicano Alejandro G. Iñárritu.
También llegaron una década después de que Santaolalla dejara una marca indeleble en el rock y la música alternativa latinoamericanos como productor de álbumes emblemáticos como “Re” de Café Tacvba, “El circo” de Maldita Vecindad, “¿Dónde jugarán las niñas?” de Molotov, “Libertinaje” de Bersuit Vergarabat y “Aquí” de Julieta Venegas. Santaolalla ha producido más de 100 álbumes hasta la fecha.
“La gran mayoría son primeros discos de artistas”, dijo. “De alguna manera yo siento también que ayudé a ponerlos en el mapa. Siempre mi trabajo como productor fue encontrar artistas que yo sentía que tenían peso en su propuesta, que traían algo a la mesa distinto”.
Su otro secreto para crear este catálogo ha sido su filosofía de trabajo. Santaolalla no niega ser hiperactivo y adora la constancia. “Siempre me interesó muchísimo el tema de la disciplina, yo soy un convencido de ser 80% de transpiración y 20% de inspiración”, señaló.
“Creo mucho en eso, no creo en estar sentado en un sillón esperando a que se te prenda la lamparita, yo creo en el trabajo”, dijo. “Siempre he tenido una búsqueda de la excelencia en lo que hago”.
La tercera clave es que se propuso llevar los álbumes de rock latinoamericano al mismo nivel que los que venían importados de Estados Unidos o Europa, lo que define como una “visión bolivariana”.
“En Latinoamérica tenemos un contexto para crear una música, un rock con un voltaje tan potente como el de ellos”, dijo. “Eso fue un poco mi objetivo, que vos pongás un disco de Café Tacvba o un disco de Radiohead y después vos elegís. A mí me gusta más Café Tacvba...”.
Santaolalla está nominado en los Emmy, que se entregarán el 15 de enero de 2024, por la música original de la serie de HBO “The Last of Us”, inspirada en el videojuego apocalíptico de 2013 para el cual también creó la banda sonora de su primer y segundo volumen.
“Yo soy un pésimo gamer, pésimo”, señaló. En su casa el que jugaba muy bien era uno de sus hijos, Don Juan Nahuel, y Santaolalla se la pasaba viéndolo en acción.
Después de que ganara sus Óscar, varias compañías se le acercaron con propuestas para videojuegos, pero no encontraba la adecuada.
“La fama que tengo tiene que ver con las cosas que hice y con las que no hice. Dije que ‘no’ a un par de ofertas muy importantes y eran compañías grandes y todo, porque yo sabía lo que quería y tuve la suerte que me tocó a mí”, apuntó.
“Los fans del videojuego te juro que tienen devoción por mi música, tienen una conexión tan profunda, tan fuerte”, agregó. Y cuando el videojuego se convirtió en la serie, “¡fue abrazada por los jugadores!”, dijo entusiasmado.
“The Last of Us” también ha batido récords de audiencia para el canal en Europa y Latinoamérica. Y le valió una nominación en los World Soundtrack Awards del Festival de Cine de Gante, como mejor música para televisión, que serán entregados en octubre en Bélgica.
“Yo en realidad nunca me sentí que escribía la música para un videojuego, yo siempre me sentí que escribía la música para una gran historia”, dijo.
Actualmente, Santaolalla trabaja en la música de dos largometrajes. Un documental sobre Nora Cortiñas, líder de las Madres de Plaza de Mayo, titulado “Norita” y en la ópera prima del cinefotógrafo mexicano Rodrigo Prieto, a quien conoció desde que ambos colaboraron en “Amores perros”. El largometraje de Prieto está basado en la novela clásica de Juan Rulfo “Pedro Páramo”.
También viene en camino un nuevo álbum de Bajofondo y la celebración por el 25 aniversario de su álbum “Ronroco”, que incluirá un set con vinilo y un concierto especial con música de su instrumento favorito.
“Para mí es increíble que todavía en mi vida me siguen ocurriendo estas cosas de conectarme con gente y más gente”, apuntó.