BEIJING (AP) — Un vuelo comercial norcoreano despegó el martes de Beijing, en un indicio de que Pyongyang está abriendo sus fronteras tras casi tres años de duras restricciones asociadas al COVID-19.
El Túpolev Tu-204 de Air Koryo, fabricado en Rusia y con capacidad para 210 pasajeros, había aterrizado en la capital china el martes por la mañana, según reportes, y fue grabado despegando poco después de las 13:30, hora local (0530 GMT).
China ha “aprobado el plan de vuelo regular Pyongyang-Beijing-Pyongyang de la norcoreana Air Koryo y otras rutas de pasajeros de acuerdo con los procedimientos”, indicó Wang Wenbin, portavoz del Ministerio chino de Exteriores.
“El vuelo específico está sujeto a los arreglos de la aerolínea según la autorización de la autoridad china competente”, añadió Wang.
China es el aliado diplomático más cercano de Corea del Norte y una fuente crucial de ayuda alimentaria y de combustible para una economía marcada por los desastres naturales y la mala gestión.
Se sabe poco sobre las condiciones dentro del país debido al control total sobre la información que ejerce el Partido de los Trabajadores y al veto a la mayoría de diplomáticos extranjeros, organizaciones de Naciones Unidas y medios internacionales.
El vuelo seguía a una reunión entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los líderes de Japón y Corea del Sur, que accedieron el viernes a ampliar sus lazos económicos y de seguridad en una cumbre histórica en Camp David, a las afueras de Washington.
Biden, al igual que funcionarios estadounidenses, surcoreanos y japoneses han afirmado que la cumbre “no trata sobre China”, sino sobre asuntos de seguridad más generales.
Aun así, los mandatarios mencionaron en su comunicado conjunto tras la cumbre las “acciones peligrosas y agresivas” de China en el Mar de China Meridional y dijeron que “se oponen con firmeza a cualquier intento unilateral de cambiar el status quo en aguas del Indopacífico”.
Biden dijo que los países establecerían una línea directa de comunicaciones para abordar respuestas a amenazas. Anunció esos acuerdos, incluido lo que los líderes describieron como los “Principios de Camp David”, en el cierre de sus conversaciones con el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida.
Yoon mencionó en particular la amenaza que supone Corea del Norte y dijo que los tres mandatarios habían acordado mejorar “nuestras capacidades de respuesta conjunta a las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte, que se han vuelto más sofisticadas que nunca".
Corea del Norte, aislada en el frente diplomático y con una grave inseguridad alimentaria, ha perseverado en su campaña de amenazas nucleares y de misiles que intentan glorificar el régimen de Kim Jong Un, la tercera generación de la familia que gobierna el estado totalitario.