MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Se ha descubierto que la biodiversidad protege contra las invasiones de especies arbóreas no autóctonas, según publican los autores en la revista 'Nature'.
La actividad humana en puntos neurálgicos del comercio mundial, como los puertos marítimos, está relacionada con una mayor probabilidad de invasiones de especies arbóreas alóctonas. Sin embargo, una elevada diversidad de especies arbóreas autóctonas puede contribuir a frenar la intensidad de tales invasiones, aseguran.
Durante siglos, la actividad humana ha impulsado, intencionadamente o no, la propagación de especies vegetales a zonas muy alejadas de su hábitat nativo. Por término medio, alrededor del 10% de las especies alóctonas de todo el mundo se convierten en invasoras, provocando a menudo grandes consecuencias ecológicas y económicas en las regiones afectadas.
Por primera vez, un equipo mundial de investigadores, dirigido por la ETH de Zúrich (Suiza), ha estudiado qué regiones de la Tierra son más vulnerables a las invasiones de árboles alóctonos combinando factores humanos y ecológicos para evaluar los factores que impulsan la aparición y gravedad de las invasiones de árboles en todo el planeta.
El estudio revela que la proximidad a la actividad humana --especialmente a los puertos marítimos-- es un factor dominante en la probabilidad de invasión. Los puertos manejan toneladas de mercancías, incluidas plantas o semillas, procedentes de todos los rincones del planeta.
La presión colonizadora ejercida por el material vegetal es, por tanto, muy alta en estas regiones de gran actividad humana. Cuanto más cerca esté un bosque de un puerto, mayor será el riesgo de invasión.
Sin embargo, hay factores ecológicos que determinan la gravedad de la invasión. Lo más importante es que la biodiversidad autóctona ayuda a amortiguar la intensidad de estas invasiones. En los bosques diversos, cuando la mayoría de los nichos disponibles están ocupados por especies autóctonas, resulta más difícil que las especies arbóreas alóctonas se extiendan y proliferen.
La estrategia ecológica de las especies invasoras también es importante para determinar qué tipos de árboles pueden invadir en las distintas regiones. En regiones duras con condiciones extremas de frío o sequedad, los investigadores descubrieron que las especies arbóreas alóctonas deben ser funcionalmente similares a las autóctonas para sobrevivir en estos entornos hostiles.
Sin embargo, en lugares con condiciones moderadas, los árboles alóctonos deben ser funcionalmente distintos de las especies autóctonas para sobrevivir. Al diferenciarse funcionalmente, las especies alóctonas evitan la intensa competencia con los árboles autóctonos por recursos importantes como el espacio, la luz, los nutrientes o el agua.
En general, el estudio destaca la importancia de la diversidad de árboles autóctonos para ayudar a limitar la gravedad de estas invasiones.
"Hemos descubierto que la biodiversidad autóctona puede limitar la gravedad o intensidad de las invasiones de especies arbóreas no autóctonas en todo el mundo --afirma en un comunicado Camille Delavaux, autora principal del estudio--. Esto significa que la extensión de la invasión puede mitigarse promoviendo una mayor diversidad de árboles autóctonos".
Los hallazgos tienen relevancia directa para los esfuerzos de gestión de los ecosistemas en la lucha contra la pérdida de biodiversidad en todo el planeta.
"Al identificar las regiones más vulnerables a la invasión, este análisis es útil para diseñar estrategias eficaces de protección de la biodiversidad mundial --apunta Thomas Crowther, profesor de la ETH de Zúrich--. Un gran consorcio de investigadores participó en el estudio y recopiló valiosos datos. Sin la increíble cooperación de científicos de todo el mundo, esta perspectiva global no habría sido posible", añade.
De hecho, los resultados son significativos para los esfuerzos de conservación de la biodiversidad en todo el mundo. Un objetivo clave del marco mundial de biodiversidad adoptado en la COP 15 de Montreal en 2022 es evitar el establecimiento y la propagación de especies potencialmente invasoras.
Este análisis mundial de las especies arbóreas no autóctonas pretende contribuir a las conclusiones de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), que se espera que destaque el impacto sustancial de las especies invasoras en la pérdida de biodiversidad en su próximo informe de situación.
"Este conocimiento global de la distribución de los árboles no autóctonos puede ayudar a los países a priorizar la toma de decisiones en los esfuerzos por detener e invertir la pérdida de biodiversidad", subraya Crowther.