MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Sullivan se puso en contacto con Ushakov con el fin de hacer saber a Moscú que aquel efímero conato de sedición de Prigozhin era un asunto interno, en un intento por evitar un deterioro aún mayor de las relaciones, agudizadas ya por la invasión de Ucrania, según fuentes a las que ha tenido acceso 'The Wall Street Journal'.
El pasado 23 de julio, Prigozhin --que había estado protestando airadamente durante meses con el Ministerio de Defensa y el Ejército rusos-- lanzó a sus hombres rumbo a Moscú, quedándose finalmente a unos 200 kilómetros de sus puertas. Sin embargo, menos de 24 horas después, el ambicioso plan fue descartado.
El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó lo ocurrido de alta traición y cuando parecía que Prigozhin y los suyos tendrían los días contados, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, apareció para mediar en el conflicto.
Este miércoles, dos meses después de aquella rebelión, Prigozhin se ha estrellado en la región rusa de Tver en el avión privado en el que viajaba junto a otras nueve personas, entre ellas Dimitri Utkin, otro de los hombres fuertes del Grupo Wagner.