NACIONES UNIDAS (AP) — El conflicto en Sudán está avivando “una emergencia humanitaria de proporciones épicas” que amenaza todo el país, advirtió el viernes el jefe humanitario de la ONU.
Algunos lugares ya se han quedado sin alimentos, dijo Martin Griffiths, subsecretario general de la ONU para asuntos humanitarios. Añadió que cientos de miles de niños sudaneses están gravemente desnutridos “y corren un riesgo inminente de morir si no se los trata”.
“Es casi seguro que un conflicto prolongado provocará la pérdida de una generación de niños, ya que millones no reciben educación, soportan traumas y cargan las cicatrices físicas y psicológicas de la guerra”, dijo, y señaló que son “profundamente perturbadores” los informes sobre niños utilizados en combate.
Sudán se sumió en el caos a mediados de abril, cuando meses de tensiones latentes entre el ejército, liderado por el general Abdel Fattah Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido, un grupo paramilitar comandado por Mohammed Hamdan Dagalo, estallaron en combates abiertos en la capital Jartum y en otros lugares.
Se estima que los combates han matado al menos a 4.000 personas, según la oficina de derechos humanos de la ONU, aunque activistas y médicos sobre el terreno dicen que la cifra de muertos probablemente sea mucho mayor. Más de 4,3 millones de personas han sido desplazadas, incluidos unos 3,2 millones dentro del país, de acuerdo con la agencia de refugiados de la ONU.
Las Naciones Unidas y grupos de derechos humanos han acusado ambos bandos de numerosas violaciones de derechos humanos, incluyendo casos de agresión sexual. Las partes en conflicto rechazan las acusaciones. La semana pasada, 20 agencias de la ONU y organizaciones internacionales pidieron paz, acceso para entregar ayuda humanitaria y respeto a los derechos humanos.
Griffiths hizo eco de estos llamados en un comunicado al afirmar que “la comunidad internacional debe responder con la urgencia que merece esta crisis”.