LONDRES (AP) — El director del Museo Británico, Hartwig Fischer, anunció el viernes que renunciará en medio de las pesquisas sobre el robo o la desaparición de cientos de objetos de su enorme colección, incluidas joyas de oro, gemas semipreciosas y antigüedades que datan del siglo XV a.C.
Fischer tenía planeado abandonar su puesto el próximo año, pero dijo que su presencia se había convertido en una distracción después que recientemente se cuestionara si el museo se tomaba en serio las advertencias. Hace dos años, un comerciante de arte se puso en contacto con funcionarios del museo para informarles que sospechaba que se estaban vendiendo en internet objetos de la colección.
“Es evidente que el Museo Británico no respondió de forma tan exhaustiva como debería a las advertencias de 2021, ni al problema que ha surgido ahora”, reconoció Fischer en un comunicado. “La responsabilidad de ese fracaso debe recaer en última instancia en el director”.
La Policía Metropolitana de Londres investiga ahora los robos. El museo anunció previamente que había despedido a un miembro del personal y ordenado una revisión independiente de la seguridad, así como un "enérgico programa para recuperar los objetos desaparecidos".
Los objetos robados incluyen joyas de oro, piedras semipreciosas y vidrio que datan del siglo XV a.C. al XIX d.C. La mayoría eran objetos pequeños guardados en un almacén y ninguno había estado expuesto recientemente, según el museo.
El Museo Británico, con 264 años de historia, es una de las principales atracciones turísticas de Londres y atrae a visitantes de todo el mundo que acuden a contemplar una vasta colección de artefactos que van desde la Piedra Rosetta, que descifró el lenguaje del antiguo Egipto, hasta pergaminos con poesía china del siglo XII y máscaras creadas por indígenas de Canadá.
El museo también ha suscitado polémica porque se ha resistido a las peticiones de comunidades de todo el mundo para que devuelva objetos de importancia histórica adquiridos durante la época del Imperio Británico. Las más famosas son las tallas de mármol del Partenón griego y los bronces de Benín, en África Occidental.